El presidente de la Unión General Obrera, Campesina y Popular (UGOCP) e integrante del movimiento El Campo es de Todos, Luis Gómez Garay, alertó que actualmente la inversión productiva y la productividad rural en el país “es bajísima”. Detalló que la inversión promedio para una hectárea de siembra de maíz, sorgo, trigo, tomate, chiles, entre otros, oscila de 20 a 29 mil pesos y los insumos se han incrementado 30 por ciento, desde los fertilizantes y semillas hasta refacciones para maquinaria.
“Todo ha subido de precio considerablemente, mientras el mercado interno hoy es dominado por productos chatarra importados a precios que derrumban nuestra capacidad productiva”, destacó. Además, añadió, “los precios de las cosechas se mantienen estancados desde hace cuatro o cinco años”.
Sobre la propuesta de presupuesto enviada por el Ejecutivo federal para el año fiscal 2021, específicamente lo relacionado al sector primario y que contempla recursos para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) por 49 mil 291.6 millones de pesos, Gómez Garay consideró que ello representa un incremento marginal de 3.6 por ciento, “totalmente insuficiente para revertir la caída del presupuesto observada en los últimos años”.
Indicó que los recursos para el fomento productivo para el campo, es decir, los programas de apoyo y fomento a la producción rural operados por la Sader, “se han venido disminuyendo durante los últimos años, al pasar de 72 mil 125.3 millones de pesos en 2018 a 47 mil 576.9 millones de pesos en 2020, aproximadamente 35 por ciento menos entre 2018 y 2020, y representa un 0.8 por ciento del total del Presupuesto de Egresos de la Federación”.
Destacó que la tendencia al gasto efectuado por el gobierno federal hacia el campo, “privilegia el subsidio al consumo la gran mayoría de sus componentes, mientras que se mantiene la tendencia de suprimir la inversión para el desarrollo productivo del sector rural en general y del sector social del campo en particular”.
Gómez Garay resaltó que el gobierno federal tiene el enorme reto de crear una política pública integral de desarrollo para el campo, que dé una perspectiva de progreso a las miles de comunidades y ejidos de nuestro país”.