Melbourne. El toque de queda nocturno en Melbourne se levantará a partir de este lunes, casi dos meses después de que entrara en vigor en la segunda ciudad de Australia para intentar frenar los casos de coronavirus.
Daniel Andrews, primer ministro del estado de Victoria, cuya capital es Melbourne, indicó a los habitantes de la ciudad que podrían volver a salir de sus casas en cualquier momento para ir a trabajar, hacer deporte, ir a comprar o ocuparse de otras personas.
Esta flexibilización de las restricciones tiene lugar después de que se registraran 16 nuevos casos de contagio y dos decesos este domingo. Por primera vez desde el 30 junio, el número de casos activos se situaba por debajo de los 400.
El toque de queda en Melbourne fue impuesto el 2 de agosto, al mismo tiempo que otras medidas, en un momento en que se disparó el número de enfermos en esta ciudad de cinco millones de habitantes.
Pese a la supresión del toque de queda, los habitantes no podrán desplazarse más allá de un diámetro de 5 km de su domicilio. La multa en caso de infracción puede alcanzar casi los 5 mil dólares australianos (3 mil 515 dólares, 3 mil euros).
"Esta decisión no fue fácil, pero nadie tiene derecho de echar a perder lo que los habitantes de Victoria han hecho, y de propagar potencialmente la enfermedad", declaró Andrews en una rueda de prensa.
Melbourne fue el centro de la ola viral de estos últimos meses, que surgió por negligencias en hoteles, donde se instalaron a las personas que volvían del extranjero para efectuar su cuarentena.
Andrews detalló la reducción progresiva de otras restricciones: el ciertos sectores, los empleados estarán autorizados a volver al lugar de trabajo; los servicios religiosos podrán volver a celebrar, con una capacidad restringida, y las escuelas de primaria reabrirán a mediados de octubre.
Las visitas en los hospitales y centros de acogida de personas mayores también serán de nuevo posibles.
En cambio seguirán prohibida las visita a domicilio de otras personas. No están autorizadas las reuniones de más de cinco personas.
Según Andrews, es indiscutible que las casas son "uno de los entornos de más riesgo" en los contagios.
Australia ha contabilizado hasta la fecha 27 mil casos y 872 decesos desde el inicio de la pandemia.