Minsk. La policía bielorrusa detuvo este domingo a decenas de personas durante una nueva manifestación de la oposición, que congregó a unas 50 mil personas contra el presidente Alexander Lukashenko, quien prestó juramento en secreto pese a la protestas a las que se enfrenta desde hace semanas.
Desde la elección presidencial del 9 de agosto, decenas de miles de personas salen a las calles cada domingo en Minsk para denunciar la reelección de Lukashenko, que consideran fraudulenta. La movilización no cesa incluso pese a la fuerte represión.
Unas 50 mil personas desfilaron bajo la lluvia en Minsk, constataron periodistas de la AFP, o sea, mucho menos que las 100 mil calculadas en las semanas precedentes. Al menos cuarenta personas fueron arrestadas, según el grupo de defensa de los derechos humanos Viasna.
De acuerdo a este grupo, la policía utilizó gases lacrimógenos contra los manifestantes en Gomel, segunda ciudad del país, y granadas ensordecedoras en Moguilev (este).
En el centro de Minsk, varias estaciones de metro habían sido cerradas al público antes que comenzara la marcha, y el Palacio de la Independencia, sede del gobierno de Lukashenko, donde convergieron manifestaciones masivas recientemente, estaba rodeado de barreras y con una fuerte custodia de la policía antidisturbios.
En las redes sociales circularon por la mañana videos mostrando el despliegue de vehículos blindados en la capital, así como otros con cañones lanza-agua, utilizados por primera vez en esta semana para dispersar a manifestantes tras la toma de posesión del presidente.
También fueron cerradas varias plazas en el corazón de la ciudad y centros comerciales donde se han refugiado manifestantes en otras ocasiones.
"¡Somos millones!", lanzó este domingo la rival de Lukashenko, Svetlana Tijanóvskaya, en un mensaje subido a las redes sociales en apoyo a la protesta, "¡ganaremos!", añadió.