Ciudad de México. A seis años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los padres y madres de las víctimas, acompañados por miles de personas, marcharon este sábado para exigir de nueva cuenta la presentación con vida de sus hijos, y aunque saludaron algunos de los avances hechos en la actual administración, llamaron a las autoridades a “apretar el paso” para encontrar verdad y justicia.
Después de escuchar el informe que les presentó hoy en la mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, los familiares de los estudiantes se trasladaron al Ángel de la Independencia, donde a las tres de la tarde participaron en una ceremonia religiosa dedicada a sus hijos, oficiada por el obispo de Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza.
Casi a las cuatro en punto, los contingentes iniciaron la caminata, en medio de consignas como “Ayotzi vive, la lucha sigue” y “Ahora, ahora, se hace indispensable: presentación con vida y castigo a los culpables.
La caminata fue acompañada por varios miles de personas, la mayoría de ellas estudiantes de las diversas normales rurales de todo el país, así como integrantes de organizaciones populares o sindicales, y ciudadanos sin filiación política que acudieron a mostrar su solidaridad con los padres. Por su convocatoria, la marcha recordó algunas de las primeras protestas masivas que se realizaron tras ocurrir la desaparición de los estudiantes.
En todo momento, la movilización fue acompañada por mujeres policía de la Ciudad de México que realizaron una valla a ambos lados de Paseo de la Reforma y avanzaban al lado de los contingentes. Aunque un grupo de personas con el rostro cubierto, pertenecientes a grupos anarquistas, se presentó en la marcha, fue encapsulado a la altura de Eje Central y no se le permitió continuar hacia el Zócalo capitalino.
Al llegar a la Plaza de la Constitución, los contingentes encontraron un grupo de policías con equipo antimotines que los separaban del campamento que instaló el Frente Nacional Anti AMLO en días recientes.
Algunos de los asistentes a la marcha, simpatizantes de López Obrador, se acercaron a increpar a la gente que se encontraba en dicho plantón y a gritarles consignas a favor del Presidente, pero sin que pasara a mayores.
Ya durante el mitin, Vidulfo Rosales, abogado de las familias de los 43, saludó que el gobierno actual esté profundizando en líneas de investigación que antes no se siguieron, pero recalcó que el paradero de los normalistas, que es el punto más importante, sigue sin ser esclarecido.
Por su parte, Carmelita Mendoza, madre del estudiante desaparecido Jorge Aníbal Cruz, agradeció el apoyo de la gente y las organizaciones que han seguido acompañándolos. “Seguimos con la esperanza en este gobierno; valoramos su trabajo, pero queremos que aprieten más y trabajen más duro para que podamos encontrar a nuestros hijos”, recalcó.
Durante el mitin y al final del mismo, un grupo de normalistas de Ayotzinapa brincó las vallas metálicas que resguardaban Palacio Nacional y “grafiteó” la fachada del inmueble con frases como “Nos faltan 43” y “26 de septiembre, no se olvida”.
Al notarlo, los voceros del movimiento de padres de familia llamaron a los jóvenes a dejar de manifestarse de esa manera. Durante algunos minutos, los jóvenes continuaron realizando pintas en el sitio, entre ellas un número 43 de gran tamaño en la puerta de Palacio Nacional que queda justo debajo del balcón principal.
Sin embargo, poco después los estudiantes se reincorporaron a la manifestación, sin que hubiera mayores incidentes.