El argentino Lucas Ocampos abrió el marcador de penal (13), pero Leon Goretzka igualó de tiro a bocajarro (34) y en la prórroga, Javi Martínez puso el 2-1 definitivo de cabeza (103).

El Bayern se lleva así su segunda Supercopa tras la que ganó en 2013 frente al Chelsea en penales (5-4), donde también anotó Martínez, aunque en aquella ocasión para poner el 2-2 que derivó en los disparos desde los once pasos.

No hay plantel que frene a este Bayern, un equipo mayúsculo con seis meses en estado de gracia. En concreto: 22 partidos consecutivos sin perder para conquistar la Bundesliga, la Copa, la Champions y ayer la Supercopa de Europa pese a la capacidad de resistencia del Sevilla, que también tuvo sus opciones de cambiar la final.

El cuadro español sólo pudo contener, pero no imponerse al plantel alemán, el cual debió esforzarse a fondo ante los 15 mil espectadores presentes, pese a la siempre amenaza del coronavirus, en las gradas de un estadio con capacidad para 68 mil personas.

Nunca es la victoria del entrenador solo, alrededor de mí hay un grupo de expertos en futbol, y el equipo es súper entusiasta, dijo un emocionado Hansi Flick, técnico del Bayern. Estuvo bien tener este ambiente y fue genial que aficionados nuestros vinieran, espero que todos regresen a casa con buena salud, es lo más importante estos días, añadió.

Con los minutos pesando en las piernas, el Bayern se mostró más dominante en la prórroga, donde apareció Martínez como el héroe. El jugador español había entrado en el campo por Goretzka y apenas cinco minutos después aprovechó un mal despeje del guardameta Bono para marcar con un remate de cabeza y sentenciar el juego.

Es una noche inolvidable. Puede ser mi último partido con el Bayern, no lo sé, pero despedirme así sería algo increíble, dijo Martínez al término del duelo.

La noche no pudo comenzar mejor para el Sevilla, seis veces campeón de la Liga de Europa, que no esperó al primer cuarto de hora para tomar ventaja en el marcador. Una jugada de Jesús Navas terminó en el pecho de De Jong para mandar un pase a Iván Rakitic, quien fue derribado por Alaba.

El árbitro dudó en su decisión, pero acabó señalando el punto de penal. Lucas Ocampos no falló y adelantó al Sevilla contra todo pronóstico. El gol enfureció a un Bayern que desplegó todo su poderío en la ofensiva, mientras el guardameta Bono salvó al plantel andaluz en más de una ocasión.

Thomas Müller perdonó en el área chica, luego Benjamin Pavard lanzó un tiro que rozó el travesaño y después Robert Lewandow-ski completó el carrusel de ocasiones con una mala puntería.

En medio de una maraña de defensores en el área, Lewandowski dejó atrás un balón en el punto de penal para que Goretzka viniendo desde atrás rematara a las redes.

El Sevilla, por su parte, resistió con orgullo y mucho carácter. No fue fácil contener el juego de su rival, pero derrochó coraje en su área, con Diego Carlos y Koundé apagando todos los fuegos.

En el complemento, Lewandowski encontró el camino del gol en una vistosa jugada que hilvanó con Müller, pero el árbitro recurrió al VAR para decretar fuera de juego (51). Diez minutos después, el ariete polaco volvió a ser protagonista en otro gol sin validez por falta en el pase previo al remate.

De pronto, el delantero del Sevilla En-Nesyri tuvo la mejor ocasión del partido cuando se topó con el arquero Manuel Neuer, quien detuvo un zurdazo al poste frustrando un final épico y llevando el envite a la prórroga.

Es nuestra Supercopa, sostuvo Müller, quien fue elegido el mejor jugador de la final. Luchamos mucho y demostramos que tenemos esa mentalidad ganadora, señaló.

En tanto, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, confirmó que en todos los partidos internacionales, los clubes podrán realizar cinco cambios en vez de tres, luego de una sesión ayer en la capital húngara.