Nueva York. Donald Trump ha puesto en duda el principio básico del sistema político-electoral de Estados Unidos, y nadie sabe qué hacer.
Veinticuatro horas después de que el presidente se rehusó a comprometerse con una transición pacífica del poder -“tendremos que ver qué sucede”, respondió-, y luego de que durante días ha dicho que no reconocerá los resultados de los comicios si no le son favorables, y que ha hecho explícito que desea instalar un nuevo juez en las Suprema Corte antes de las elecciones ya que pronosticó que la disputa electoral se resolverá a su favor ahí, el debate en este país ha entrado a territorio desconocido sin mapa ni brújula.
El liderazgo republicano rápidamente aseguró que sí habrá una transición pacífica, creen, sin mencionar el nombre del presidente, mientras otros trataron de descalificar la respuesta al calificarla como otro exabrupto sin sentido ni intención más del presidente. Demócratas y otros opositores de Trump continuaron advirtiendo que se trata de maniobras para descarrilar no sólo las elecciones, sino los procesos democráticos de esta república.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se vio obligado a tuitear que “habrá una transición ordenada igual que ha sucedido cada cuatro años desde 1792”. El senador republicano Dan Sullivan declaró que “por supuesto, vamos a tener una transición pacífica del poder. Somos Estados Unidos de América. No somos una república bananera”, reportó el New York Times. Por lo menos otros ocho senadores republicanos buscaron asegurar al público que la transición se realizará, aunque algunos usaron palabras como “pienso” y “espero” que sea así, sin garantizarlo.
La vocera de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, aseguró que Trump aceptará los resultados de “una elección libre e imparcial”, al responder a preguntas sobre lo declarado por el presidente el miércoles.
Pero Trump no se quedó callado hoy y minó todo este esfuerzo para calmar la controversia y una vez más cuestionó la integridad del proceso electoral, sin ninguna evidencia, declarando que “queremos asegurar que la elección sea honesta, y no estoy seguro de que pueda serlo”, en referencia a su insistencia en que el voto por correo será motivo de un mango fraude electoral. El fraude electoral por esta vía es casi inexistente en el país.
Entre las respuestas a las declaraciones sin precedente en la historia moderna de un presidente, el Senado aprobó una resolución de manera unánime “reafirmando el compromiso del Senado al traslado ordenado y pacífico del poder tal como se establece en la Constitución de Estados Unidos”. Pero el sólo hecho de debió promover esta resolución ya es alarmante.
La presidenta de la cámara baja y la demócrata electa más poderosa del país Nancy Pelosi, le recordó al presidente que “no estás en Corea del Norte; no estás en Turquía. Estás en Estados Unidos de America. Es una democracia, entonces por qué no intentas por un momento honrar tu juramento a la Constitución”.
El diputado Adam Schiff declaró en respuesta a las palabras del presidente que “es así como se muere la democracia”.
El senador y ex candidato presidencial Bernie Sanders llamó por la creación de una comisión electoral independiente para proteger la democracia estadunidense. En un discurso en Washington declaró que “demasiada gente ha luchado y ha dado su vida para defender la democracia estadunidense y tú [Trump] no la vas a destruir”. Concluyó: “ésta no es sólo una eleccion entre Donald Trump y Joe Biden. Ésta es una elección entre Donald Trump y al democracia -y la democracia tiene que ganar”.
Mientras tanto, el director del FBI Christopher Wray, declaró ante legisladores que él no había visto evidencia de “un esfuerzo coordinado nacional de fraude electoral”, en aparente contradicción con lo que ha sugerido el presidente durante semanas.
Al mismo tiempo, casi 500 ex altos oficiales militares y altos funcionarios civiles -incluyendo ex secretarios de gabinete- firmaron una carta abierta expresando su apoyo a Biden al afirmar que tiene las características necesarias para “abordar un mundo en llamas”. “Somos ex servidores públicos quienes han dedicado sus carreras, y en muchos casos arriesgado nuestras vidas, por Estados Unidos. Somos generales, almirantes… embajadores y altos funcionarios civiles de seguridad nacional. Somos republicanos y demócratas e independientes. Amamos a nuestro país. Desafortunadamente, también tememos por él”. Trump, señalan, ha demostrado que no tiene la capacidad para ejercer su puesto.
El apoyo a Trump en las filas militares se ha desplomado, con sondeos recientes registrando a Biden con una ventaja de 41 por ciento contra 37 para el presidente. En 2016, Trump gozaba una ventaja de 2 a 1 contra Hillary Clinton, reporta el Washington Post.
-Protestas-
“Ley y orden” tuiteó una vez más Trump ante la erupción de nuevas manifestaciones en las calles en reacción al anuncio de que un gran jurado en Kentucky declinó emitir cargos directos contra tres policías involucrados en la muerte de Breonna Taylor. Sólo se anunciaron cargos menores contra uno de tres policías que asesinaron a la afroestadunidense Taylor en su casa en marzo.
La decisión detonó una nueva serie de protestas en Louisville, Nueva York, Atlanta, Los Ángeles, Filadelfia, Portland, Chicago y Denver entre otras ciudades en el marco del movimiento Black Lives Matter.
Esta noche se espera otra ola de acciones de protestas y marchas en Louisville y ciudades alrededor del país.
El Movimiento por las Vidas Negras, una red de más de 150 organizaciones dentro del movimiento Black Lives Matter, denunció la decisión sobre los cargos como insuficientes e indignantes y declaró que “esta decisión, presentada a 41 días de la elección más crítica en la historia moderna de Estados Unidos, tiene la intención de permitir violencia sancionada por el Estado contra todas las comunidades negras y obstruir a la gente de afirmar sus derechos a protestar”.
-Fraude es negocio familiar-
Mary Trump presentó una demanda ante un tribunal estatal en Nueva York contra su familia a la que acusa de haberle robado su herencia del hermano del presidente. Al inicio de la demanda presentada ante tribunales, la sobrina del mandatario afirma que para la familia Trump, “el fraude no era sólo el negocio de la familia -era una forma de vida”.