Morelia, Mich. Autoridades de 60 comunidades purépechas, que integran el Consejo Supremo Indígena de Michoacán, enviaron un documento al gobierno municipal de Morelia para exigir sea retirado el monumento a Fray Antonio de San Miguel, conocido también como el monumento a los constructores de la ciudad, al señalar que la obra escultórica “es ofensiva y racista, símbolo de la subordinación, representación del esclavismo y un emblema del genocidio español”.
Manifestaron que, contrario a la versión oficial de la historia, el llamado monumento a los constructores, ubicado al inicio del acueducto de Morelia, lejos de reconocer a quienes aportaron con su trabajo en la construcción de Valladolid, es un monumento que recuerda y refleja siglos de saqueo, dominación y explotación del sistema colonial, proceso histórico al que calificaron como ilegítimo, violento e inmoral.
Sostuvieron que luego de una decisión consensada en una asamblea general de autoridades indígenas, emplazan al denominado “primer ayuntamiento de izquierda de la ciudad de Morelia” a retirar el monumento de la explotación antes del 12 de octubre, Día de la Dignidad, Resistencia y Lucha de los Pueblos Originarios, de lo contrario, realizarán movilizaciones y retirarán el monumento ellos mismos.
Finalmente, recordaron que el 12 de octubre de 1992, en las Jornadas 500 años de Resistencia, los pueblos originarios derribaron la estatua de Diego de Mazariegos en San Cristóbal de las Casas y el monumento de Antonio de Mendoza en Morelia, esto por ser símbolos de opresión y dominación de la corona española.
En junio de este año ya hubo una manifestación para retirar el monumento a Fray Antonio de San Miguel, incluso los manifestantes realizaron pintas al monumento.