Guadalajara, Jal. La hepatitis C, que con los avances médicos es curable hasta en un 98 por ciento de los casos, tiene un subregistro en México debido a que para desarrollar cirrosis o cáncer puede tardar hasta 20 años, pero para evitar muertes por esta causa México suscribió un programa internacional que busca la erradicación de la enfermedad en 2030, el cual ya está en marcha en casi todo el país.
Luis Ruiz Mora, secretario técnico del Consejo Estatal para la Prevención del Sida en Jalisco (Coesida), organismo que también atiende a enfermos por el virus de la hepatitis C (VHC), dijo que el programa suscrito por México incluye un total de once países y México es la primer nación de América en suscribirse y realizar las acciones necesarias para cumplir tal objetivo.
“En Jalisco el programa estatal de enfermedades de transmisión sexual se suma al programa nacional de eliminación de hepatitis. A pesar de que se trata de una enfermedad que es curable, de los países firmantes hasta ahora el único que ha logrado la erradicación es Islandia, España está cerca y ahora México se sumó”, dice Mora.
Entre las complicaciones está la insuficiencia hepática, cáncer de hígado y cirrosis, por lo cual el paso más importante es diagnosticar a quienes tengan VHC, luego que actualmente el 65 por ciento se da cuenta de que la padece hasta ya tener los síntomas avanzados.
“Debemos ampliar el tamizaje sobre todo en poblaciones en riesgo como son los que usan drogas inyectables, padecen VIH, han sido trasfundidas o tienen un órgano trasplantado antes de 1994 cuando la sangre no era segura”, señala.
En entrevista, agrega que también es población en riesgo quienes tienen tatuajes o piercings y no acudieron a un establecimiento certificado e higiénico, los hijos de madre con VHC, los hombres que tienen sexo con otro hombre o trabajadores de la salud con algún accidente como pincharse con una aguja.
“Actualmente esta infección se puede tratar a nivel primario, no necesariamente hay que derivarlo a un hospital de segundo o tercer nivel. La prueba rápida es muy sencilla y en 15 minutos se da el resultado”, explica.
En el caso de Jalisco como en la mayoría de estados del país, la prueba y el tratamiento son gratuitos y se puede acudir tanto a los respectivos Coesida como a clínicas de primer nivel, además que el plan de eliminación ahora se amplió para detectar a quienes tienen el virus en los centros de transfusión sanguínea.
“El VHC existe desde 1989 y hasta 2011 había tratamientos que no curaban a más del 50 por ciento de los enfermos, pero ahora con antivirales de acción directa desde 2014 y hasta 2017 subió la tasa hasta llegar entre 90 y 95 por ciento. Pero desde 2017 hay dos nuevas moléculas con arriba de 98 por ciento de efectividad y con muy tolerables reacciones secundarias, lo que permite un mayor apego al tratamiento”, dice el médico.
Señaló que aunque el 6 por ciento de quienes han sido detectados como portadores del VHC son hombres que tienen sexo con hombres, el mayor porcentaje -un 60 por ciento- son personas que usan drogas intravenosas.
“En 2030 por lo menos el 90 por ciento de las personas deben saber si tienen o no VHC y el 80 por ciento deben estar bajo tratamiento, cuando en 2015 sólo un 20 por ciento lo sabía y apenas entre un 5 y 8 por ciento estaba en tratamiento”.