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Cambio climático, más catastrófico que el Covid: Lizbeth Sagols

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El cambio climático ha acelerado el calentamiento global y alterado el clima. Foto Afp
21 de septiembre de 2020 08:00

Ciudad de México. Con el cambio climático se puede dar una catástrofe peor que la que se vive actualmente con el covid-19. Vivimos en una incertidumbre, pero un colapso climático puede ocurrir por el exceso en el uso de los recursos naturales y es el principal problema que enfrenta la humanidad, advierte Lizbeth Sagols Sales. “Olvidémonos de la crisis actual, puede venir un punto de inflexión y esa puede ser la verdadera crisis”, señala.

El clima es un sistema complejo en el que surgen novedades que no se pueden controlar y que marcan un cambio total, como puede ocurrir con el deshielo de los glaciares, indica. “Es fundamental entender que nuestra salud depende directamente de la salud de la tierra, si ésta se enferma y si no la aliviamos, obviamente volveremos a enfermar y de manera peor. El exceso puede puede llevar a un colapso climático”, que sería más grave que la quiebra del sistema económico, político y social ocasionada por la actual pandemia.

“Vivimos en una incertidumbre total, no podemos confiarnos”. Es el llamado de la doctora en Filosofía, integrante del Sistema Nacional de Investigadores y académica de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, estudiosa de la ética ambiental y el ecofeminismo, representante de México ante la Unesco en el Comité Internacional de Bioética.

Ante la pandemia por covid-19 que vive el planeta, para estudiosos del cambio climático lo que se avecina es peor y ante ello La Jornada buscó a expertos para hablar sobre el tema.

¿A qué nos enfrentamos con el cambio climático?

Hemos ido aumentando la temperatura. El clima es un sistema complejo donde influyen gran cantidad de factores. Donde surgen novedades que no se pueden controlar. Hay puntos de inflexión. Hay eventos que marcan un cambio total. Se nos va a venir encima una catástrofe. Suena muy feo, no quisiéramos hablar de eso. Pero de pronto se nos puede desbordar. Esta la posibilidad.

“Lo que constituye la gran preocupación, es el deshielo del Ártico, porque al disminuir el hielo se va a soltar el metano que está enterrado por cuestiones naturales, y al liberarse lo que vamos a tener es una subida extrema del calor que no va a permitir la vida de plantas, animales, ni humanos. La vida es viable dentro de cierto marco de calor y clima. Subiría tanto que la vida no sería sostenible. Ese es el gran temor. No sabemos cuándo se va a acabar ese deshielo, se preveía para el 2050, pero se ha acelerado últimamente.

“Lo que hemos hecho al descuidar el clima es desproteger la naturaleza. Olvidémonos de la crisis actual (con el covid-19), puede venir un punto de inflexión y esa puede ser la verdadera crisis. Sería el problema máximo. No habrá víveres, producción, ni nada. Todo se estancaría”.

¿Cuál sería el punto de inflexión?

Que al darse el deshielo va a venir algo incontrolable, es un punto de no retorno. El cambio climático es por el descuido de las condiciones de la tierra, por el abuso que hemos hecho. Y estamos alterando el clima. La primera crisis que se manifiesta es que los virus que se quedaban en la naturaleza, en especies mayores y ahora pasan a especies menores, como son el murciélago y el pangolín. Los humanos perseguimos a estos animales para comerlos. Cazarlos y traficarlos, para dar de comer a la gente pobre, en los mercados de China, por ejemplo.

¿El covid es un llamado de alerta? ¿Aún podría hacerse algo?

Podría hacerse algo pero con una prisa extrema. Tendríamos que cambiar la economía, no este capitalismo rapaz que busca la ganancia, la explotación, la productividad a toda costa, sino que le bajemos el ritmo. Cambiar nuestros hábitos de consumo, reforestar a la velocidad del rayo. Proteger a los animales y mejorar las condiciones de los sistemas sanitarios. Que no nos apoyemos tanto en el consumo de petróleo, porque éste lo que trae es una contaminación terrible que es lo que aumenta el calor.

“La vía es que los políticos implementen políticas públicas acordes con este estado de alarma. Las negociaciones internacionales deben ser más definitivas en su tono. Deben asumir ya lo que está pasando y obligar, hasta donde se pueda, a los políticas a implementar las medidas de sustituir las energías sucias por las limpias, de bajarle a la producción y a los ciudadanos, deben cambiar el estilo de vida. Es un límite al que nos estamos enfrentando”.

El enfoque ante la pandemia esta orientado por ahora en la salud humana, ¿observa iniciativas para proteger la naturaleza?

No las veo. No veo la llamada de atención. Se justifica concentrarse en la salud humana, pero hay que ver el panorama mayor. La vacuna es una gran ayuda si es efectiva, pero mientras sigamos con el mismo sistema económico, político, social e ideológico, nos va a durar muy poco la solución, porque puede venir otra pandemia peor. La Organización Mundial de Salud lo ha dicho desde hace tiempo, pero nadie le hace caso. De hecho ya hay muchas enfermedades con el calentamiento global. Puede venir una posteriormente que ni siquiera alcanzamos a prever por las alteraciones. Una idea fundamental es que nuestra salud depende directamente de la salud de la tierra. Si ésta se enferma, si no la aliviamos. Obviamente volveremos a enfermar y de manera peor.

¿Cómo ve el contexto internacional ante el cambio climático?

Lo deseable es que todos los países colaboren, pero al mismo tiempo han surgido líderes personalistas que caen en el negacionismo. No creen que sea real el cambio climático. Esa falta de visión de los líderes es sumamente peligroso. Esto nos llevaría a ese colapso. Seguir con el capitalismo, la explotación, la sobreproducción, la sobrepoblación. Vivimos en excesos. A esto se suma la ceguera de unos políticos, la falta de colaboración de los ciudadanos.

“Los humanos les hemos perdido el respeto a los animales, creemos que están a nuestra disposición. Al estarlos buscando para cazarlos, comerlos, al traficar con ellos y llevarlos de un lugar a otro para venderlos, les provocamos un estrés que hace que le virus los infecte. Los virus y las especies han convivido por mucho tiempo. Se adaptaban. Es por presión de los humanos, no dejamos en paz a los animales, a la naturaleza.

“La posible salida o la apuesta, porque no estamos seguros de que podamos ganar la batalla, debe estar en una conciencia ética. En una conciencia de hacernos responsables de la salud de la tierra, y de nuestra salud. Es una responsabilidad de disminuir las condiciones de exceso en que vivimos. Otra vía son las protestas juveniles y de todos los que nos queramos unir, tiene que haber un contrapeso a la actividad de los políticos. No conviene recuperar lo que llamaos normalidad, del consumo tráfico, seguir con el petróleo como base de economía, tendríamos que reducir jornadas de trabajo. Hay que recuperar el contacto humano, que es fundamental”.

¿Este colapso es irreversible? ¿se podría evitar?

Es incierto, no podemos asegurar que va a venir el punto de inflexión y todo se vendrá abajo. Es una posibilidad que esta a la vista, puede ocurrir o no. Vivimos en una incertidumbre total, no podemos confiarnos. Se planteó una meta de no superar 1.5 grados centígrados para 2030, pero estamos en 1.23 de aumento. Ya subió, nos alcanzarán 10 años para no crecer más, y no rebasarla.

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