“En temas de ciberseguridad tenemos como los eventos más críticos los hackeos. Somos más vulnerables de lo que pensamos. De dos o tres años para acá las organizaciones han hecho esfuerzos muy grandes para mejorar toda la infraestructura de seguridad y de identificación de riesgos para poder estar mejor preparados ante potenciales ataques. Creo que estamos mejor parados hoy que hace tres años. Pero este es un proceso que nunca termina”, comenta Gustavo Fuertes Sánchez, maestro en Administración de Riesgos Financieros.
En su calidad de catedrático en la Maestría Administración de la Seguridad, que inició este lunes en la Udlap Jenkins Graduate School, Gustavo Fuertes expresa que “hablando en términos de tecnología y manejo de la información, siempre hay un rezago entre la innovación y la capacidad que tienen las organizaciones para prevenir brechas o sesgos de información. Particularmente si hablamos de virus informáticos. Aparece uno y hay una brecha en lo que aparece el antivirus. Siempre hay ese gap que pone a las organizaciones en un estrés constante para tratar de detener estos ataques”.
Por su parte, Mario Arroyo, quien es el coordinador de la maestría, es categórico al afimar que en México aún apenas estamos comenzando frente a un tema que es prioritario. Estamos frente a una ley de seguridad muy joven; no se está incorporando a los sectores sociale, a diferencia de otros países donde las cámaras de comercio, los empresarios, los sindicatos y las asociaciones civiles forman parte de los comités de seguridad nacional, porque todos somos parte de la planta productiva del país”.
Para Gustavo Fuertes Sánchez, las vulnerabilidades “están muy focalizadas en temas de la seguridad de la información, pero pueden emerger en cualquier momento y forma. Es más, donde exista un proceso, un sistema, tecnología, datos, y gente que opere, siempre va a haber un riesgo. “Si generalizamos, los riegos más comunes son los de operación, pérdidas potenciales asociadas a fallas en procesos, en sistemas, error humano y cualquier otro evento exógeno”, agrega.
Mario Arroyo, experto con presencia internacional, afirma “que el problema en México, es que los temas de seguridad nacional se han mantenido en secrecía. Y el punto es que a una crisis sanitaria como la pandemia, se suma una problemática financiera, luego podría venir la crisis de alimentos, una crisis energética, de seguridad pública”.
“Cuando se analizan los indicadores internacionales en la baja del precio del petróleo, cuando se suman las bajas calificaciones a México de las agencias económicas internacionales, se nos avecina entonces una tormenta perfecta. Esta no es ya solo una crisis de salud pública. Estar alertas gobierno y sectores productivos es lo mejor”.
Gustavo Fuertes explica que “ todo proceso se vuelve estratégico porque prácticamente en cualquier operación de cualquier entidad, y hasta nosotros como personas, estamos enfrentando riesgos todo el tiempo, y esa es la razón principal por la que es importante saber temas como la Administración Estratégica de Riesgos, materia que él imparte. Si vamos acotando los riesgos y vemos cómo funciona una organización empresarial y tenemos fallas en sus procesos, si tenemos la ausencia de políticas para desarrollar procesos internos, estamos ante un conjunto de riesgos, que pueden costar millones de dólares, como el reciente ataque a Pemex o a la banca”, finaliza.
Detalles sobre la maestría en [email protected]