Ciudad de México. En la Ciudad de México no hay oposición porque está moralmente derrotada, afirmó la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo. Agregó que en el anterior sexenio los partidos políticos se asociaron para consolidar un régimen de corrupción y traicionaron a la ciudadanía.

En entrevista remota con la redacción de la sección Capital de La Jornada con motivo de su segundo año de gobierno, admitió que la capital del país vive una crisis económica muy difícil generada por una pandemia, no por el gobierno, de allí que el proyecto de presupuesto para el próximo año se elabora con base en una caída de los ingresos en 8 por ciento, y se reforzará la política de austeridad con recortes al gasto corriente, con los que se prevé obtener 10 mil millones de pesos.

Pese a lo anterior, resaltó, su administración ha destinado recursos para apoyar directamente a las personas más vulnerables, así como la entrega de créditos a pequeñas y medianas empresas para sortear las afectaciones generadas por la emergencia sanitaria; sin embargo, sostuvo que no se pueden condonar impuestos porque la ciudad también tiene que tener ingresos.

Desde su oficina en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, insistió en que se han logrado avances importantes en materia de seguridad pública, y criticó que haya algunas organizaciones civiles que pretenden presionar al gobierno con la difusión de notas negativas para obtener apoyos económicos, pero advirtió que eso se acabó y que no se puede callar a las personas con billetazos.

La titular del Ejecutivo local expresó que los capitalinos han vivido una situación sumamente difícil por la pandemia, por lo que se pronunció por evitar su uso político en temas como el número de decesos. Hay víctimas, y hay que darles todo el apoyo, subrayó.

Se acabaron los moches

Sheinbaum Pardo manifestó que con la Cuarta Transformación se ha cambiado la forma de hacer política en el país, al asegurar que se acabaron los moches en la Cámara de Diputados y en el Congreso de la Ciudad de México y con gobiernos más austeros, y afirmó que respetará las libertad de expresión de todos los partidos políticos, a diferencia de lo que (ella) vivió durante su campaña en 2018, y lo que buscamos son elecciones limpias.

–¿Está conforme con que no exista oposición en la Ciudad de México?

–En la ciudad no hay oposición porque creo que está moralmente derrotada. (Los partidos) se asociaron para consolidar un régimen de corrupción, traicionaron a la ciudadanía durante el periodo de 2012 a 2018, y eso es una responsabilidad de ellos. Morena, con sus dificultades, lo que ha hecho es respaldar el proyecto de la transformación en la ciudad y en el país. Creo que tenemos que avanzar hacia formas distintas de hacer política, particularmente los militantes de Morena.

–¿Y cómo ve el futuro político de la ciudad?

–Creo que hay un reconocimiento al trabajo que hemos hecho; faltan muchas cosas por hacer, pero hay un reconocimiento de que nos hemos dedicado a gobernar y a trabajar junto con la ciudadanía, con las alcaldías. Se consolida cada vez más el proyecto de transformación en la ciudad, aún en las condiciones difíciles de la pandemia que estamos viviendo.

Covid-19, prioridad

–¿Cuánto tiempo más puede aguantar la ciudad en semáforo naranja?

–Tenemos que mantener un balance entre la salud y la situación económica y estamos buscando distintos mecanismos que nos permitan entrar a un esquema de mayor reducción en hospitalizaciones por medio de lo que nos ha funcionado mucho, que es la atención a las colonias que más casos de Covid tienen; estamos fortaleciendo esta estrategia y espero, si no en esta semana la próxima, podamos avanzar mucho más.

Expresó que la atención al Covid-19 es prioritaria, pero que no se pueden abandonar los compromisos con la ciudadanía, pues eso significaría cerrar las posibilidades de futuro y la esperanza de la ciudad.

De allí que, subrayó, se continúa con las obras de infraestructura planeadas con el aval de la mayoría de los vecinos, como en el caso del hospital de Cuajimalapa o el puente vehicular Cuemanco-Xochimilco, aunque, admitió, hay pequeños grupos que se oponen.

Si este gobierno ha hecho algo es acercarse a la ciudadanía. Lo que buscamos no es imponer, sino consensuar los proyectos, pues unanimidad no siempre va a haber.

Sheinbaum agregó que la economía tiene que reactivarse, pero también de abajo hacia arriba, no como normalmente se hacía en el periodo neoliberal, que en realidad lo único que provocó fue mayor desigualdad.

Antes se apoyaba a los bancos, a las grandes empresas, de manera totalmente opaca. Tan es así que tenemos casos como el Fobaproa o la privatización del sector energético, que se vio asociado a una enorme corrupción, o empresas trasnacionales que nunca pagaron impuestos y es primera vez que los están pagando, expresó.

Se trata, subrayó, de terminar con la desigualdad social, y señaló que así como los proyectos de infraestructura en el sureste del país que realiza el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador son para disminuir la inequidad que se generó en esa zona del país, en el caso de la ciudad se está invirtiendo en Iztapalapa, donde está la población más vulnerable, es decir, de lo que se trata es generar una ciudad y un país con más justicia social.

Reforzarán austeridad

Sheinbaum indicó que la pandemia obligó al gobierno a recortar el gasto para 2020 debido a la caída de ingresos, entre los cuales destacan mil millones de pesos menos correspondientes al transporte público, así como la disminución del impuesto a la venta de inmuebles, entre otros; por lo que se proyecta que para 2021 se mantenga el mismo techo de ingresos, lo que implica una disminución de recursos, principalmente en las áreas administrativas.

–¿En qué áreas habrá recortes en el gasto corriente?

–En todo lo que es el gasto de oficinas prácticamente no estamos comprando papel, se elimina cualquier gasto en combustible para funcionarios administrativos. Todo este gasto corriente se está reduciendo prácticamente a cero para que pueda haber recursos y terminar las obras que nos planteamos, el rescate ambiental y al mismo tiempo atender la pandemia.

En la entrevista, la jefa de Gobierno informó que envió al Congreso de la ciudad una iniciativa de reforma a la ley para que el delito de corrupción no prescriba, pues se ha encontrado que el plazo para su investigación es de tres a cuatro años.

Sobre sanciones a funcionarios que incurrieron en actos de corrupción, la mandataria aseguró que hay más casos que saldrán pronto a la luz pública. Sin mencionar el nombre, informó que recientemente se detuvo a un ex funcionario cercano al ex subsecretario de Capital Humano de la Secretaría de Finanzas, Miguel Ángel Vásquez, acusado de uso indebido de recursos.

Comentó que en la Fiscalía General de Justicia continúan abiertas carpetas de investigación relacionadas con el proceder de servidores públicos.

Incluso, señaló que hay algunas organizaciones civiles que recibían dinero en la pasada administración, que utilizan la crítica para ver si así reciben más recursos.

–¿La han tratado de chantajear?

–Digamos que hay algunas que buscan sacar notas negativas para que haya apoyo económico, y eso se acabó. Somos los primeros en defender la libertad de expresión y de manifestación, nadie piensa que hay que apoyar al gobierno en todo, y qué bueno, para eso es la democracia.

En materia de seguridad, destacó que han habido avances tanto en la disminución de los delitos como en la implementación de protocolos en manifestaciones públicas, aplicación de programas sociales para alejar a los jóvenes de la delincuencia y el crimen organizado.

Tras la denuncia de un presunto atentado en su contra, manifestó que hay que seguir trabajando porque uno no puede pensar que por una amenaza se tiene que cambiar la estrategia, al contrario, quiere decir que está funcionando. Cada vez hay mayor ética y mística en el trabajo de los policías, ese es nuestro compromiso.

–¿Cómo ve el final de su segundo año de gobierno?

–El reconocimiento de la ciudadanía va a venir si uno trabaja todos los días sin descanso para cumplir con el mandato que nos dio la voluntad popular en las urnas, que es construir un proyecto de ciudad, ser parte de la transformación del país y atender las dificultades que estamos viviendo.