Quito. La erupción del volcán Sangay, en la Amazonía ecuatoriana, causó el domingo la paralización de las operaciones en el aeropuerto de Guayaquil por una lluvia de ceniza que cayó durante la jornada, mientras el coloso mantiene alta actividad sísmica que evidencia una actividad interna de lava.
El Instituto Geofísico informó que durante la madrugada que el volcán de 5 mil 300 metros de altura lanzó una columna de vapor y ceniza de unos 10 kilómetros que, a causa de los vientos, se desplazó hacia el suroeste del país afectando 22 ciudades, entre ellas Guayaquil, con lluvias moderadas e intensas del fino material volcánico.
La lluvia de ceniza fue mínima por la mañana, pero en la tarde se intensificó y provocó la suspensión del aeropuerto internacional Simón Bolívar.
Añadió que en las últimas horas el Sangay, 200 kilómetros al sureste de la capital, registró un incremento en la actividad sísmica, generando cientos de explosiones y nuevos episodios de salida de gas y ceniza, la mayor actividad eruptiva desde que empezó el nuevo pulso eruptivo, en mayo de 2019.
No existen asentamientos humanos cerca del coloso. Los más próximas están a unos 40 kilómetros y tampoco se conoce de víctimas o daños.
Las 22 ciudades afectadas se encuentran en cinco provincias.