Washington. Estados Unidos desplegó más soldados y vehículos blindados en el este de Siria luego de una serie de choques con fuerzas rusas, incluyendo una colisión reciente de vehículos que hirió a cuatro soldados estadunidenses.

El capitán de la Armada Bill Urban, portavoz del Comando Central estadunidense, dijo el viernes que Estados Unidos envió además sistemas de radar e incrementó los patrullajes de aviones de combate en la región para proteger mejor a las tropas estadunidenses y de la coalición.

“Estados Unidos no busca conflictos con ninguna otra nación en Siria, pero defenderá a las fuerzas de la coalición si es necesario”, dijo Urban.

Un alto funcionario estadunidense dijo que media decena de vehículos de combate Bradley y cerca de un centenar de soldados adicionales fueron enviados al este de Siria. El funcionario, que habló a condición de preservar el anonimato por estar discutiendo detalles de un movimiento militar, dijo que los refuerzos buscaban enviar una señal clara a Rusia para que evite más acciones inseguras y provocadoras contra Estados Unidos y sus aliados allí.

Ha habido una serie de incidentes este año entre fuerzas estadunidenses y rusas que patrullan en el este de Siria. El más grave ocurrió el mes pasado, cuando vehículos militares rusos golpearon de refilón a un vehículo estadunidense de blindaje ligero, causando heridas a cuatro ocupantes. Un funcionario estadunidense dijo entonces que dos helicópteros rusos volaron sobre los estadunidenses y que uno de los aparatos estuvo a unos 20 metros (70 pies) del vehículo.

El despliegue de los vehículos blindados fue reportado en primera instancia por NBC News.

Rusia, que apoya al gobierno sirio, se ha opuesto desde el inicio a la presencia estadunidense en el país. El ministerio de Defensa de Rusia culpó a Estados Unidos por la colisión de vehículos. Dijo que Rusia le había informado a la coalición encabezada por Estados Unidos sobre la ruta de la caravana militar rusa y dijo que Estados Unidos trató de bloquear la patrulla.

El choque del mes pasado ocurrió cerca de Dayrick, en el noreste de Siria, donde las ropas rusas generalmente no deberían estar presentes.