En la reunión con mujeres que mantienen tomadas las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ofreció su apoyo para “destrabar” obstáculos en los procesos legales de sus casos y no minimizar su dolor porque “se vale” que estén enojadas.
El apoyo, subrayó, debe ser también para hablar con empatía y sin juicios de valor. Y, en cambio, romper pactos y cofradías que revictimizan a las mujeres, como ocurrió - dijo- en el caso de un feminicidio ocurrido en la UNAM.
“Obviamente se vale que ustedes estén enojadas, que tengan estos reclamos, se vale porque no es posible que no tengan respuesta en años, de lo que debiera ser una investigación rápida y expedita “, señaló.
Les dijo que esta dependencia no se comprometerá con ellas a algo que no puedan cumplir, pero les reiteró la voluntad de apoyo.
“No somos agentes ministerio público, no somos procuraduría ni fiscalía ni estamos en los tribunales, pero lo que sí podemos hacer es acompañarlas para destrabar algunas cuestiones”, dijo.
Sánchez Cordero estuvo acompañada en la mesa de dialogo realizada en Gobernación, de la titular de la CNDH, Rosario Piedra, así como de funcionarias del gobierno federal y de la Ciudad de México.
A los familiares de víctimas, promotoras de la protesta en la CNDH, les dijo además que el acompañamiento ofrecido es integral y significará un antes y un después.
Indicó que se han promovido medidas de prevención frente a la violencia contra las mujeres, servicios y atención que deben brindarse desde el primer momento que la mujer pida ayuda, por lo que deben ser 24 por 7.
Las víctimas de violencia, acotó, no deben ser llevadas en primera instancia al ministerio público sino a otras instancias de protección como Refugio.
De esa manera, dijo, se evita su re victimización y presentar ante las autoridades a los presuntos agresores.
Por ello propuso que se cambie la cargue de la prueba al agresor no a la víctima.
Reconoció que en ello falta un trecho enorme por recorrer porque siempre se pone la culpa en la mujer y nunca hacia quien ejerce las violencias.
Este sistema patriarcal y neoliberal ha traído como consecuencias las estimatizaciones más radicalizadas de todos contra todo por razón de género pero también por racismo, homofobia, clasismo, machismo, violencia familiar.
“Debemos destruir arquetipos, relaciones de poder, de abuso, asimétricas entre todas estas personas, para erradicar estereotipos y estigmas”, destacó.