Entre mayo y junio de este año, el 41.8 por ciento de los hogares con niños y adolescentes de 0 a 17 años, reportó una caída de hasta 30 por ciento en su ingreso familiar, mientras que los niveles de seguridad alimentaria se redujeron de 27.8 a 21.1 por ciento, mientras que uno de cada tres hogares con menores de edad reportó inseguridad alimentaria moderada o severa, es decir, “se quedaron sin alimentos o pasaron hambre por falta de dinero o recursos”.
De acuerdo con los resultados de la #ENCOVID19Infancia, encuesta mensual de la Universidad Iberoamericana, a través del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) y la oficina en México de Unicef, destaca que el 33.8 por ciento de las personas en hogares con población de 0 a 17 años presentaron síntomas severos de ansiedad en julio, cifra inferior a la observada en mayo , con 35.8 por ciento.
Los niveles de depresión también se incrementaron en junio con el 24.6 por ciento de las personas mayores de 18 años que reportan tener depresión, la cual se eleva al 30.3 por ciento en los hogares con menores ingresos, los cuales enfrentan múltiples desventajas que van desde una mayor inseguridad alimentaria, perdida de más miembros de su empleo y mayores niveles de afectación en su salud mental, reveló Graciela Teruel, directora de Equide.
Sin embargo, la encuesta también detectó que al menos uno de cada dos hogares con niños y adolescentes de escasos recursos recibe algún programa social, aunque aún “quedan desprotegidos el 50 por ciento”, advirtieron especialistas.
A nivel nacional, revela la encuesta, el porcentaje del total de los hogares que reportan recibir una o más ayudas de gobierno o programas sociales aumentó de 27.2 por ciento en junio a 40.2 por ciento en julio. En hogares con población infantil y adolescente este indicador fue de 42.6 por ciento, mientras que en los hogares sin niños fue de 36.5 por ciento.