Shaver Lake, California. Los incendios forestales ardían sin freno el miércoles en California y las autoridades advirtieron que las ráfagas de viento podrían avivar más las llamas.
Los siniestros ya declarados han crecido de forma explosiva y ayer se esperaba la aparición de las corrientes conocidas como Vientos del diablo, en el norte, y los de Santa Ana, en el sur.
El martes, 14 bomberos se vieron obligados a desplegar refugios de emergencia al verse sobrepasados por las llamas, según el Servicio Forestal de Estados Unidos. El fuego destruyó la estación de Nacimiento, en el Bosque Nacional de Los Padres, en la costa central del estado. El personal de emergencias sufrió quemaduras e inhalación de humo, y tres elementos fueron trasladados por aire a un hospital en Fresno, donde uno de ellos recibía cuidados intensivos.
En los dos días recientes se utilizaron helicópteros para rescatar a cientos de personas varadas en el Bosque Nacional Sierra, donde el incendio de Creek ha destruido 365 edificios, incluidas al menos 45 viviendas, y 5 mil estructuras se veían amenazadas, según la valoración de los bomberos. Las llamas amenazaban a la población de Auberry, situada al pie del monte entre Shaver Lake y Fresno.
En el sur de California había incendios activos en los condados Los Ángeles, San Bernardino y San Diego, y los meteorólogos esperaban la llegada de los vientos de Santa Ana. Esas corrientes de aire cálidas y secas podrían alcanzar por momentos las 50 millas por hora (80 kilómetros por hora).
Las autoridades pidieron a los vecinos de media docena de poblaciones al Este de Los Ángeles que se mantuvieran alerta por un fuego en el cercano bosque nacional.
La combinación de ráfagas de viento, aire muy seco y vegetación deshidratada creará un peligro crítico de incendios
, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional.
El Servicio Forestal cerró el lunes los ocho bosques nacionales en la mitad sur del estado y clausuró los puntos de acampada en California.
Más de 14 mil bomberos combaten las llamas. Dos de los tres fuegos más grandes en la historia del estado ardían en la zona de la bahía de San Francisco, aunque estaban contenidos en gran parte después de tres semanas.
En California ya se ha impuesto un récord con casi 930 mil hectáreas quemadas este año, superando un máximo fijado hace dos años, a pesar de que lo peor de la época de incendios acaba de empezar.
Avivados por vientos anormalmente calientes y secos, decenas de incendios se propagan por Oregon, el estado de Washington y California, destruyendo cientos de hogares, causando decenas de muertes y obligando a huir a cientos de miles. Vía Graphic News