Fráncfort. El Banco Central Europeo está observando cuidadosamente las implicancias de un euro más fuerte, dijo este jueves la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y confirmó que el organismo analiza utilizar la totalidad de sus fondos de estímulo dispuestos para ayudar a sacar a la economía de la recesión.

Si bien advirtió que las señales de una nueva ola de infecciones de coronavirus en Europa representan "vientos en contra" para la economía y que los riesgos al panorama estaban incluidos a la baja, Lagarde anunció una ligera mejoría en las proyecciones del BCE para 2020, alentadas especialmente por una recuperación de la demanda del consumidor.

"Nuestro mandato es la estabilidad de precios y claramente el nivel de apreciación del euro ejerce una presión negativa en los precios, tenemos que observar de cerca y con cuidado este tema", dijo Lagarde en conferencia de prensa tras la reunión de política monetaria del BCE.

"El consejo de gobierno (del BCE) discutió extensamente sobre la apreciación del euro", agregó.

El euro se ha apreciado hasta acercarse al umbral de 1.20 dólares por diversos factores, como la reacción a una inflación más irrestricta -luego de la nueva estrategia anunciada el mes pasado por la Reserva Federal de Estados Unidos- y después de que las autoridades de la Unión Europea acordaron un fondo de recuperación económica ante la pandemia.

Lagarde enfatizó, sin embargo, que no haría comentarios sobre el nivel que se consideraría apropiado para el euro y remarcó que las previsiones que emitió el BCE este jueves no incluían un riesgo de deflación para la zona euro.

Intentar guiar a la moneda es riesgoso, y cuatro miembros del consejo de gobierno del BCE, incluyendo a Lagarde y el economista jefe del banco central, Philip Lane, tienen actividades públicas en las próximas 24 horas, lo que sugieren que el organismo se prepara para afinar su mensaje si los mercados no reaccionan lo suficiente.

El euro saltó a máximos de una semana de 1.1888 dólares luego de que Lagarde dijo que los datos más recientes de la economía apuntaban a un sólido repunte en el tercer trimestre.

Previamente en el día, las autoridades del BCE dejaron la política monetaria sin cambios, pero en vista de que la recuperación de la zona euro está perdiendo fuelle los mercados esperan que el banco termine por otorgar más estímulos para contrarrestar el derrumbe de 12 por ciento del PIB calculado para el segundo trimestre.

Consultada sobre posibles cambios en la política monetaria, Lagarde sostuvo que los integrantes del consejo de gobierno creían que las medidas existentes eran "eficientes y efectivas" y que posiblemente las emplearían en su totalidad.

"Bajo las circunstancias actuales, ciertamente es muy probable que la totalidad de los fondos del PEPP sean usados", indicó Lagarde, en referencia al programa de compras de activos por emergencia pandémica de 1.35 billones de euros. Añadió que no se ha discutido cambios en el esquema.

Con la decisión de este jueves, la tasa de depósitos bancarios del BCE quedó en -0.5 por ciento, en tanto que la tasa de interés de referencia permanece en 0 por ciento.