Aunque existen demandas justas entre quienes tomaron las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, se ha politizado el movimiento y los medios de comunicación “lo han magnificado para perjudicarnos”, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador. Para el mandatario detrás de esto están los grupos conservadores que “tienen mucho encono, mucho coraje en contra de Rosario Piedra por la mamá, doña Rosario Ibarra de Piedra y por el hermano desaparecido”.
Al referirse por segunda ocasión al conflicto en la CNDH dijo que hay una exageración en todo sentido. Vuelvo a decir lo mismo, no creo en la violencia, creo en la no violencia. No creo que la violencia deba enfrentarse con violencia el mal debe combatirse con el bien”. Dijo que la Secretaría de Gobernación está abierta al diálogo “pero es otro tipo de situación la que prevalece”.
Pidió que cada quien se haga responsable de sus actos, cada quien actúe con responsabilidad: “estoy seguro que la directora de derechos humanos está buscando el diálogo. También Gobernación, pero no quieren el diálogo, porque quien sabe que quieren. Claro justicia, pero quien va procurar que haya justicia. Se necesita saber y se llegue a un acuerdo, para eso es el diálogo, con compromisos. No querer hablar con nadie.”
López Obrador acusó de nueva cuenta “hay una demanda justa, pero ya se convirtió en un asunto vamos a decir político. Y no me equivoco que abrazado por el conservadurismo. No hay que olvidar que los extremos se tocan. La extrema izquierda y la extrema derecha. Para triunfar tuvimos que enfrentar a extremistas de izquierda. Había quienes decían que éramos iguales, llamaban a no votar”.
El mandatario cuestionó: “¿Cuándo habían tomado la oficina de la CNDH? Nunca, ya era para que la policía hubiera entrado a desalojar es un asunto que tiene que ver con el gobierno de la ciudad, pero yo no recomendaría”. Recordó, uno de los actos de más dignidad fue de Pablo González Casanova, cuando era rector de la UNAM y le tomaron la universidad, y ahí estuvieron meses. Le mandó a decir el presidente Luis Echeverría que él se encargaba de desalojarlos y optó por renunciar.