Ciudad de México. La toma del edificio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) es un acto “muy sospechoso”, pues las responsables de la acción aún no han definido cuáles son sus exigencias, aunque de todas formas el organismo público está abierto a negociar con las ocupantes y no pedirá que sean desalojadas, indicó la ombudsperson Rosario Piedra Ibarra.
En entrevista telefónica con La Jornada, Piedra indicó que la institución a su cargo sigue trabajando en los casos que ya tiene documentados, al tiempo que destacó que el primer grupo de víctimas que acudió a una reunión con ella el miércoles pasado ya salió del inmueble del Centro Histórico, luego de que se hicieran las gestiones correspondientes para que sus exigencias fueran atendidas.
Con respecto a los colectivos que tomaron la sede de República de Cuba 60 desde el viernes pasado, la funcionaria dijo no saber exactamente quiénes son, “porque no han tenido un diálogo con la CNDH. Se les ha estado solicitando que se acerquen, que podemos establecer mesas de trabajo, ser mediadoras ante quien ellos consideren, pero no ha habido ese diálogo”.
Aunque lamentó que las activistas sigan “dañando el edificio, pintarrajeando y quitando pinturas”, la titular de la Comisión subrayó que lo más preocupantes para ella “es que están destruyendo y tirando expedientes, los rompen y los avientan a la calle. Eso es lo que sí me preocupa porque es gravísimo, es obstruir la justicia para otras víctimas y no es nada saludable ni bueno” para el país.
Piedra enfatizó que no renunciará y que el no decir cuáles son sus exigencias a la CNDH “es un juego muy raro, muy oscuro, porque (las ocupantes) dicen una cosa, se trata de ir ahí con ellas y no acceden (a hablar). Deberíamos saber qué es lo que ellas quieren, porque si ellas también son víctimas de injusticias, si les han conculcado sus derechos, estamos para ser sus aliados”.
Al preguntársele si considera que este conflicto tiene un trasfondo político, como señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador, Piedra Ibarra dijo: “yo no sé qué pretendan, pero más bien veo que a lo mejor hay intereses para obstruir la justicia. […] Hoy que, por primera vez, la Comisión está cuestionando toda esta impunidad que imperó, sucede que es tomada y no se dice qué es lo que quieren. Eso es muy sospechoso”.