El Congreso Agrario Permanente (CAP) inició actividades de cabildeo legislativo para impulsar con las fuerzas opositoras una “reorientación inteligente” en el presupuesto federal del año 2021 destinado al medio rural.
José Amadeo Hernández Barajas, presidente de la Central Campesina Independiente (CCI) e integrante del CAP, puso en duda que exista “alguna intención del Ejecutivo federal de llevar a la Cámara de Diputados una Ley de Ingresos y un Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, que mejore las condiciones de vida de los mexicanos, de los más pobres, de los pequeños y medianos agricultores”.
Ante esta premisa, añadió, es que el CAP “será el interlocutor de los campesinos ante los diputados federales de tal suerte que ya se trabaja en los enlaces con la Mesa Directiva y las distintas Comisiones de la Cámara de Diputados”.
Señaló que en dichos encuentros el Congreso Agrario Permanente presentará su propuesta de presupuesto para el campo “con fines de reactivación económica y productiva, ajena a los programas asistencialistas”.
Raúl Pérez Bedolla, secretario general de la Alianza Campesina del Noreste y secretario técnico del CAP, consideró que “la falta de apoyo y la eliminación de los programas al campo en el presupuesto 2021 serán una constante por lo que se agravará el colapso productivo que se vive”.
Humberto Serrano, secretario general de la Confederación Agrarista Mexicana, opinó que debido a la carencia de presupuesto habrá desabasto de alimento, carencia de maquinaria, de tecnología, de producción que llevará a acentuar la inseguridad alimentaria.
Por su parte, José Luis González Aguilera, coordinador nacional del CAP, mencionó que a 85 días de cumplir dos años como Presidente de México, “a la administración de Andrés Manuel López Obrador no se le ve futuro pues en su 2º. Informe de Gobierno careció de un discurso de reconciliación nacional que permitiera sumar a todas las fuerzas por el crecimiento económico, la paz social, la concordia y la armonía de la población”.
Expuso que actualmente el gobierno federal “desapareció prácticamente los programas de apoyo productivo a pequeños y medianos agricultores para implementar los programas de fertilizantes que no apoya ni al 10 por ciento de ejidatarios de un total de 3.5 millones”.
Añadió que los precios de garantía que no opera la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), sino Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), “son insuficientes pues benefician a un número reducido de agricultores de granos básicos y beneficia al ‘coyote’”.
En tanto, continuó, “el programa de autosuficiencia alimentaria no produce lo suficiente ya que se importaron granos y oleaginosas por un volumen de 17.23 millones de toneladas en el primer semestre de 2020”.
González Aguilera mencionó que comparando el volumen acumulado a junio de 2020 contra el mismo mes de 2019, las importaciones de maíz son mayores en 4.9 por ciento con un volumen de 7.73 millones de toneladas. Las compras del complejo de soya rebasan en solo 0.7 por ciento con 3.9 millones de toneladas. Las importaciones de trigo son más altas en 5.4 por ciento, con 2.3 millones de toneladas. Suben en 18.0 por ciento las importaciones de canola con 662 mil toneladas. Las importaciones de frijol se incrementan en 8.5 por ciento con más de 54 mil toneladas.