Ciudad de México. La prolongada permanencia de la crisis de inseguridad que vive el país se debe, entre otros factores, a la ambición de poder, de riqueza, a la ignorancia y a la indigencia, así como a la corrupción y a la falta de reconocimiento de la común dignidad de todo ser humano, señaló el arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes.
En la misa dominical que celebró este mediodía, la primera que realiza con presencia de fieles en la Basílica de Guadalupe, expuso que la crisis de inseguridad “necesita justicia salvífica, es decir, atención tanto a los factores que la causan como a quienes la provocan”.
Por otra parte, dijo que la pandemia de Covid-19 y la crisis sanitaria “exigen nuestra responsabilidad mirando el bien del prójimo, en tanto que la crisis económica, “pide nuestra solidaridad y capacidad de compartir con el necesitado”.
Durante su homilía, Aguiar Retes también se refirió a la crisis ecológica y mencionó que ésta “revela la importancia de una consciente vocación como administradores de la Creación y no como dueños”.
Por otra parte, en la editorial que publica hoy, la Arquidiócesis de México se pronunció por la unidad de trabajo entre las autoridades civiles y las comunidades eclesiales para restaurar y levantar las iglesias afectadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017, que afectó a muchos templos que son parte del patrimonio histórico, artístico y religioso del país.
“Dejar que estos sitios sean presa del descuido, el abandono, y la inseguridad, es atentar contra nuestra historia”, destacó en el semanario Desde la Fe, su órgano de difusión.
Expuso que “no queremos caer en el desánimo, ni en el cansancio; aunque tenemos muchos reportes de avances y muy buenos, necesitamos más. Confiamos en que las autoridades cumplirán su palabra empeñada en los itinerarios de restauración para continuar el rescate de este patrimonio”.
La Iglesia en la capital del país reconoció que son muchos los daños y que los costos para poderlos intervenir son altos. Además, añadió, “es un hecho que la situación económica y la pandemia (de Covid-19) han complicado los avances”. Sin embargo, “mantenemos la confianza en que todo será restaurado y, de nuestra parte, nos comprometemos a que, después de la aplicación de los recursos asignados, colaboraremos junto con el pueblo de Dios en los detalles de mejoramiento”.