El Índice de Confianza del Consumidor, el cual refleja la percepción sobre el estado actual y el esperado de la economía para los meses siguientes, subió 0.5 puntos en agosto respecto del mes previo. Sin embargo, en su variación anual presentó un retroceso de 8.7.
Todos los componentes del índice se ubicaron por debajo del registrado un año atrás, aunque el mayor avance (dos puntos en comparación con el mes previo) correspondió a una mejora que los miembros de los hogares tienen sobre su situación para los 12 meses próximos.
La medición es tomada como pulso de la situación del consumo y el mercado interno, dado que en uno de sus componentes recoge la intención de compra de bienes duraderos.
El rubro que mostró mayor deterioro fue el de la situación económica del país en la actualidad, que cayó 12.9 puntos, mientras en la medición mensual retrocedió 0.7.
La situación económica de los miembros del hogar en el momento actual, comparada con la que tenían hace 12 meses, tuvo un retroceso de 9.7 puntos. En su variación frente al mes anterior avanzó 1.8.
En línea con la pérdida de empleos, las posibilidades de las familias para adquirir muebles, televisores, lavadoras y otros electrodomésticos en la actualidad, comparadas con las que se tenían un año atrás, mostraron una caída de 8.5 puntos frente al nivel observado en 2019, mientras en la medición mensual creció 0.5.
Los indicadores que retrocedieron
Julio Santaella, presidente del Inegi, expresó en su cuenta de Twitter que los indicadores que mostraron las mayores contracciones anuales fueron las concernientes a las posibilidades de salir de vacaciones y comprar ropa o zapatos, 13.9 y 13.5 puntos, de manera respectiva.
La apreciación de la población sobre la situación económica de México para los 12 meses próximos respecto de la actual mostró un comportamiento negativo de siete puntos. La diferencia frente al mes previo fue de 0.5.
En lo que toca a la situación económica que se espera para los 12 meses siguientes, la medición tuvo un retroceso de 5.4 puntos en comparación con igual mes del año pasado, pero en su variación anual registró un comportamiento positivo de dos puntos.
Los datos publicados muestran que en abril y mayo cayó la confianza, con retrocesos de 10 y 1.2 puntos, respectivamente. En junio comenzó a recuperarse, en línea con la reapertura económica del país. Ese mes avanzó 0.8 puntos y en julio 2.1.
Analistas de Banorte apuntaron que aunque el índice se ubicó por debajo de los niveles observados en 2009, cuando ocurrió la crisis financiera, la confianza logró mantenerse arriba del mínimo en enero de 2017, cuando sucedió la liberalización de los precios de los energéticos.
Los especialistas destacaron que la confianza aún permanece muy por debajo de los niveles observados antes de la pandemia de Covid-19.
Después del gran impacto a la confianza del consumidor como resultado de la pandemia, los datos más recientes sugieren que lo peor ya quedó atrás
. Estimaron que la recuperación será gradual en los siguientes meses.