Las personas que desde ayer miércoles permanecen dentro de la sede del Centro Histórico de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en demanda de que los abusos que han padecido sean investigados, anunciaron que van a permanecer en dicho inmueble por tiempo indefinido, luego de que el encuentro que hoy sostuvieron con funcionarios federales concluyera sin resultados satisfactorios.
Roberto Coello, padre de una menor que sufrió abuso sexual en un colegio privado de San Luis Potosí en 2017, indicó que a las ocho de la mañana de este jueves se reunió con el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, pero en dicha cita no encontró la ayuda que su familia exige para encontrar justicia en su caso.
El funcionario “dijo que sí nos iba a ayudar, pero nosotros ocupamos que sean ayudas inmediatas, no a la larga. No nos podemos ir, porque nosotros no somos de aquí de la Ciudad de México, nos tenemos que venir en avión hasta esta ciudad y se nos complica, porque dejamos nuestra familia, dejamos nuestro trabajo, por estar buscando justicia donde no la hay”, denunció el hombre en entrevista a las afueras del inmueble de República de Cuba número 60.
Coello indicó que podrían levantar su protesta sólo si él y su esposa son recibidos por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se le garantiza la detención de las personas que ellos señalan como responsables del abuso sexual a su hija de cuatro años de edad, y se despide e investiga a los funcionarios locales que realizaron mal la investigación del caso.
“Nosotros nos vamos a quedar, porque lo que vinimos a exigir aquí es justicia, porque ya estamos cansados de regresarnos a nuestro lugar de origen y llegar con las manos vacías, nomás con papel tras papel. Uno ya no quiere papeles, quiere hechos.
“Lo que exigimos al señor presidente López Obrador es que ya ponga cartas en los asuntos, que todos esos fiscales que están denunciados por carpetas mal integradas sean corridos. Le están haciendo un daño a la nación; hay niñas violadas todos los días y no hay justicia porque el violador sale libre, porque la carpeta está mal integrada, y aparte los violadores piden que se les repare el daño”.
El padre de la niña agredida subrayó: “Aquí no procede nada, entonces nos vamos a esperar, no importa los días que nos tengamos que quedar hasta que se resuelvan nuestros casos. Si viene la maestra (Rosario) Piedra, no se gana nada, porque es una persona que tiene la agenda muy ocupada y nomás nos dicen que vayamos a otra dependencia para que nos vayamos de aquí y dejarles libre, pero no, lo que queremos son hechos.
“Ya si viene ahorita Alejandro Encinas, si viene el Presidente, no, nosotros queremos un hecho: queremos justicia, no dinero”, enfatizó.
Durante la tarde, Marcela Alemán, esposa de Roberto Coello y madre de la niña atacada; y Silvia Castillo, madre de un joven asesinado en 2019, salieron en varias ocasiones a ondear la bandera de la CNDH y a subrayar que no se retirarán del lugar hasta ser atendidas de forma adecuada. Afuera de la sede permanecen integrantes de grupos feministas, quienes manifiestan su respaldo a las víctimas.