Ciudad de México. Cada inicio de ciclo escolar, la Secretaria de Educación Pública (SEP) registra una deserción escolar de cerca de 20 de cada 100 estudiantes en el nivel bachillerato. Frente a la actual crisis económica derivada de la emergencia sanitaria por Covid-19, la inició un proceso para identificar a los estudiantes que dejaron de tener contacto con sus profesores para atraerlos de nuevo a continuar sus estudios.
Al participar este jueves en la conferencia diaria de Programas del Bienestar, Juan Pablo Arroyo Ortiz, subsecretario de Educación Media Superior, detalló que aunque en muchas ocasiones el abandono escolar se debe a cuestiones personales o familiares, el “factor sustantivo” es la situación económica.
Detalló que el balance total de la deserción se podrá medir hasta después del 28 de septiembre, cuando concluye el periodo de inscripciones.
“No me gusta hacer pronósticos sin base estadísticas sólidas. Nosotros vamos a tener el cierre del registro hasta el 28 de septiembre, ahí vamos a saber cuántos se nos fueron y cuántos no. Ahorita estamos haciendo acciones específicas para la población que creemos que están en mayor riesgo”, agregó.
Apuntó que muchos estudiantes no han tenido contacto con sus profesores por falta de acceso a internet, pero otros lo han hecho porque se han enfocado a trabajar.
El funcionario explicó que los estudiantes que se encuentran en un rango de edad de los 15 a 18 años están en una situación especial, ya que es en ese momento cuando “toman decisiones personales de vida, y eso lo que nos lleva también a encontrar una alta posibilidad de abandono escolar”.
Con la implementación de las Becas Benito Juárez, dijo, no sólo se busca retener a los jóvenes para que no abandonen sus estudios, sino que representa una formación personal al ser la primera vez para muchos en la que administrarán recursos económicos. “De todas maneras se nos van algunos”, reconoció.
Por su parte, Leticia Ánimas Vargas, coordinadora nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, agregó que en 50 mil escuelas de zonas más vulnerables del país se realizaron consultas para identificar a los estudiantes de las familias más pobres, con el objetivo de garantizar que tengan acceso a una beca.