Venecia. El 77 festival internacional de Venecia, la Mostra, se inauguró este miércoles con una sobria ceremonia en el Palacio del Cine. Es el primer gran encuentro de su tipo que se celebra tras el confinamiento por la pandemia.
Durante la ceremonia, marcada por las medidas sanitarias, la sana distancia y los cubrebocas, con la presencia de la australiana Cate Blanchett, el actor estadunidense Matt Dillon y la actriz británica Tilda Swinton, se rindió homenaje a las víctimas del Covid-19 y se instó al mundo del cine a renacer tras el año negro para el sector.
Ante un Palacio del Cine blindado, con muchos invitados, la actriz italiana Anna Foglietta, madrina del certamen, desfiló sola por la alfombra roja. Tenemos el deber de construir el mundo que viene
, afirmó antes de declarar inaugurado el festival. En la ceremonia de apertura Swinton recibió el León de Oro por su trayectoria.
Las tristes notas del filme Érase una vez América, de Ennio Morricone, fallecido este año, marcaron la velada.
Después de tantos meses de confinamiento y bloqueo, debemos encontrar el coraje para abrir de nuevo las salas de cine, comenzar a producir películas, realizar buenos productos a fin de convencer al público de que es hora de ir de nuevo a las salas
, afirmó Alberto Barbera, director de la Mostra, la víspera en una entrevista.
Los organizadores montaron un muro de unos 2 metros de altura, a lo largo de la alfrombra roja, frente al Palacio del Cine. Ahí se aloja, en escalones numerados y a debida distancia, a fotógrafos y camarógrafos, todos estrictamente vestidos de negro y con cubrebocas. Es la imagen símbolo de la nueva edición del festival, sin cazadores de selfis ni autógrafos.
El primer gran festival internacional que se celebra en plena pandemia, que concluirá el 12 de septiembre, se realiza a pesar de la reducción del número de invitados y de secciones paralelas. Las salas estarán a 50 por ciento de su capacidad.
Una crisis similar sólo se recuerda en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, o en el clima de protestas de los años 60.
Restricciones sanitarias
Los asistentes deben reservar entrada para todas las sesiones, incluidas las ruedas de prensa. También deben someterse a un control de temperatura. El sistema indica la silla reservada, con lo que se facilita el rastreo de la persona en caso de presentar síntomas.
“Había que hacer un festival respetando todas las medidas sanitarias (...). No más películas por streaming, extrañamos la experiencia de ir al cine y es hora de volver a empezar”, anticipó Barbera.
Quienes lleguen de fuera de la zona Schengen, así como de España, Grecia, Croacia y Malta, deberán presentar el resultado negativo de una prueba.
Para Blanchett, presidenta del jurado, ha sido un milagro
participar en la Mostra y aplaudir la creatividad y la fuerza
de los realizadores que terminaron sus películas en condiciones tan difíciles.
Creo que la industria del cine, como todas, ha tenido meses dificilísimos y debe esforzarse en surgir de nuevo
, afirmó la australiana en rueda de prensa. Pienso que somos una especie muy rara que no aprende de ejemplos dolorosos, como la terrible tensión que atravesó Italia. A menudo nos comportamos de manera bastante obtusa, fragmentada y destructiva, lo cual no es útil
, sostuvo.
El filme Lacci (Lazos), del italiano Daniele Luchetti, abrió la Mostra. Es la primera vez en 11 años que una cinta de Italia inaugura el encuentro. Es una suerte de mensaje de los organizadores para apoyar la industria del país.
La película fue proyectada en 100 salas de la península de forma simultánea a fin de que la vieran los cinéfilos que no pudieron viajar a Venecia para asistir al festival, en el que participan 60 largometrajes en cinco categorías y 15 cortometrajes, así como una serie de televisión.
A diferencia de las anteriores ediciones, en ésta 44 por ciento de las películas en competencia han sido dirigidas por mujeres.
Solidaridad de directores de festivales
Los directores de los certámenes de Cannes, Berlín, Rotterdam, San Sebastián, Locarno, Karlovy Vary y Londres asistieron a la apertura del encuentro, en una muestra de solidaridad con una industria que ha sido duramente afectada por la pandemia.
Thierry Fremaux, director de Cannes, relató: Durante nuestra conversación en marzo, todos sentimos la enorme soledad de los artistas, que también se preguntaban qué pasaría. Muchas filmaciones se frenaron, muchos lanzamientos fueron cancelados y la idea de que el festival pudiera hacerse mientras los cines estaban cerrados (...) les hizo bien
.
Abandonando sus rivalidades, los directores de los certámenes ofrecieron una rueda de prensa conjunta y se comprometieron a seguir trabajando por la industria del cine.
Destacaron que los festivales constituyen sobre todo una forma de apoyo y promoción del cine en el mundo
.
La presencia de los directores de festivales en el Lido de Venecia es una señal de solidaridad con la industria cinematográfica mundial, que se ha visto gravemente afectada por la pandemia, así como con los demás colegas que han tenido que cancelar o posponer sus festivales
, destacó la Mostra en un comunicado de prensa.
Lo que nos ha demostrado esta situación es que podemos superar todo tipo de crisis si trabajamos juntos
, comentó Barbera.