Las películas de Christopher Nolan son siempre acontecimientos.
Desbordadas, llenas de acción, impulsadas por ideas y mayormente originales, son creadas como espectáculos para la gran pantalla que asombran a las masas y generan robustos ingresos. El que Nolan diga que su más reciente filme, Tenet, un thriller palíndromo de espionaje global protagonizado por John David Washington, es su proyecto más ambicioso no es poca cosa. Súmenle el hecho de que es el primer gran estreno de Hollywood en las salas de cine estadunidenses en casi seis meses, en la era del Covid-19, y entenderán la grandeza de Tenet.
En el mejor de los momentos, lanzar una película es emocionante y estresante. ¿Pero ahora?
“Esta es una experiencia muy agudizada para todos nosotros”, dijo Nolan.
Es una película que se estuvo cocinando en su mente por décadas. Comenzó con la imagen de una bala siendo aspirada de vuelta a la pistola. Jugó con este concepto en su cinta del 2000 Memento (Amnesia), pero siempre quiso hacerlo más concreto. En las dos décadas siguientes, Nolan y su productora y esposa Emma Thomas vieron sus películas amasar casi 4 mil 800 millones de dólares en taquilla. Y con cada una, se imponían retos más grandes.
Con un elenco estelar que incluye a Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branagh y Michael Caine, Tenet lleva a la audiencia a Tallin, Estonia; la Costa Amalfitana de Italia, Inglaterra, Oslo, Dinamarca, Mumbai y el desierto Mojave en el sur de California, mientras el personaje de Washington, El Protagonista, intenta salvar al mundo. Siete locaciones internacionales es una enorme tarea para cualquier película, y en cada una hubo una gran escena de acción que lograr.
“Pienso en dónde estábamos incluso hace 10 años y uno o dos de los fragmentos en Tenet probablemente podría haber sido el clímax de una de esas primeras películas”, dijo Thomas riendo.
Para que se hagan una idea de la escala, en una escena un avión 747 se estrella. Todos asumieron al principio que el grandioso concepto se lograría con gráficos computarizados y miniaturas.
“Pero cuando lo evaluamos, el equipo quedó convencido de que la forma más eficiente de hacerlo, incluso desde el punto de vista financiero, el modo más sensato, era comprar un 747 y estrellarlo”, dijo Nolan. “Suena raro decir ‘sensato’, pero eso de hecho terminó dándonos lo que queríamos en la pantalla a un costo razonable”.
Hay muy pocos gráficos computarizados en el filme, algo de lo que Nolan se enorgullece particularmente. Su director de cinematografía, Hoyte van Hoytema, a menudo llevaba sobre su hombro una enorme cámara IMAX para filmar a actores y dobles, incluidos Washington y Pattinson, saltando por ejemplo en bungee de un edificio en Mumbai.
Parte de la razón por la cual Nolan puede llevar la acción al límite es que se apoya en un equipo que conoce. Para las escenas en el agua, llamó a una unidad marina que usó en Dunkirk (Dunkerque). Para los choques automovilísticos, volvió a traer al hombre que volcó el camión del Joker (Guasón) en The Dark Knight (Batman: El Caballero de la Noche).
“Uno quiere sentirse un poquito abrumado”, dijo Nolan. “Y quiere un equipo a su alrededor que pueda lograr lo que uno le pide”.
Thomas también apuntó que Nolan impulsa la narrativa más que nunca en Tenet. La película desafía al público a pensar sobre conceptos como inversión y entropía. Dijo que Tenet hace por el género del espionaje lo que Inception (El origen) hizo por el género del atraco.
¿Demasiado embriagador como para procesarlo? Está bien. En el filme, uno de los personajes le aconseja a El Protagonista que no trate de entenderlo, sino que lo sienta. Es lo que Nolan también recomienda.
“La película pretende entretener. Es una aventura, ante todo”, dijo Nolan. “Realmente quieres que el público se siente y disfrute el recorrido. Es una historia de espionaje, es un género familiar, así que hay muchas formas de entrarle y pasar un momento maravilloso en el cine. Si hay algo más allá que la gente quiera descifrar, algo que con suerte resuene o los deje pensando una vez que hayan visto el filme, eso es un extra”.
Thomas sigue descubriendo nuevos matices tras verlo “más veces de las que puedo contar”, dijo. Mientras editaban y terminaban la cinta, la vieron de principio a fin todos los viernes para asegurarse de que cualquier cambio funcionara.
“Cuanto más entiendes cómo funcionan las cosas en el filme, más cosas ves”, dijo.
La única manera de hacer esto en el futuro cercano era en la gran pantalla. Y tras meses de incertidumbre, Tenet de hecho pudo llegar a las salas de cine. Warner Bros. comenzó a exhibirla internacionalmente con ingresos prometedores esta semana, y en funciones limitadas en Estados Unidos, donde han abierto los cines, antes de su estreno más amplio el jueves.
Washington dijo que someterse de nuevo a la experiencia de la pantalla grande era un “gran escape”.
“A uno se le olvida todo durante esas dos horas y media”, dijo. “Se te olvida lo que está pasando”.
Nolan está “muy complacido” con el innovador plan de estreno de Warner Bros., un lanzamiento lento, paciente y seguro. También dijo que era “completamente comprensible” si algunos espectadores no se sienten listos para volver a los cines. La película, con costo de 200 millones de dólares, probablemente se exhiba largo tiempo mientras la industria del entretenimiento encuentra su punto de apoyo de nuevo.