París. El semanario francés Charlie Hebdo volvió a publicar las caricaturas de Mahoma que lo convirtieron en objetivo de un atentado yihadista. Riss, su director, aseguró que nunca
se rendirá, en víspera del primer día del juicio por el atentado de 2015.
El odio que nos golpeó sigue ahí, y desde entonces ha tenido tiempo de transformarse, de cambiar de aspecto para pasar inadvertido y seguir sin ruido su cruzada implacable
, sostuvo Riss, en un número cuya portada retoma las caricaturas. El ejemplar está disponible desde ayer en Internet y a partir de hoy en los kioscos.
Frente a este odio y al miedo que genera nunca nos rendiremos; nunca renunciaremos
, añadió.
Aquellas 12 caricaturas de Mahoma fueron publicadas primero por el periódico danés Jyllands-Posten el 30 de septiembre de 2005 y fueron retomadas por Charlie Hebdo en 2006.
Muestran al profeta con una bomba en la cabeza en vez de un turbante, o armado con un cuchillo flanqueado por dos mujeres con velo negro.
La portada del nuevo número de Charlie Hebdo, con el título Y todo sólo por esto, reproduce las caricaturas danesas y otra de Cabu, dibujante de la revista asesinado en el atentado del 7 de enero de 2015.
Nos pidieron varias veces, desde aquel día, publicar otras caricaturas de Mahoma. Siempre nos negamos, no porque esté prohibido, la ley lo autoriza, sino porque hacía falta una buena razón para hacerlo, algo que tuviera sentido y que aportara algo al debate
, explicó la redacción de Charlie Hebdo.
El juicio del atentado yihadista contra la revista satírica, que dejó 12 muertos y al cual siguieron, días después, ataques contra una estación de policía y una tienda de comida judía, empieza hoy en París y durará hasta el 10 de noviembre para juzgar a 14 acusados.
La representación de los profetas está prohibida por el islam sunita, y ridiculizar o insultar al profeta Mahoma puede ser condenado con la pena de muerte.
Mohammed Moussaoui, presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán, pidió ayer ignorar
estas caricaturas y pensar en las víctimas del terrorismo.
La cancillería de Pakistán, por su parte, condenó con la firmeza más grande
la decisión de Charlie Hebdo, y sostuvo que herir los sentimientos de miles de millones de musulmanes no puede ser justificado como un ejercicio de libertad de expresión
.
Varios miembros de la redacción de la publicación murieron en el atentado, entre ellos los dibujantes Cabu, Charb, Honoré, Tignous y Wolinski, provocando un movimiento de apoyo sin precedente en favor de la revista en Francia y el extranjero.
La última caricatura de Mahoma publicada en el semanario apareció en la portada del primer número tras el atentado. En ella se veía a un Mahoma apesadumbrado con un cartel con el mensaje: “Yo soy Charlie” bajo la frase: Está todo perdonado
.