París. El juicio por los atentados de enero de 2015 contra el semanario satírico Charlie Hebdo y un supermercado de productos kósher, que marcaron el inicio de una serie de sangrientos ataques islamitas en Francia, comenzó este miércoles en París en una atmósfera pesada y bajo una vigilancia policial estrecha.
Un total de catorce personas están acusadas por haber brindado presuntamente apoyo logístico a los tres autores materiales de los ataques, quienes murieron tras cometer sus crímenes. Los atentados dejaron 17 fallecidos entre el 7 y el 9 de enero de 2015 y consternaron a Francia y al mundo.
Con sus rostros parcialmente cubiertos con mascarillas debido a la crisis del Covid-19, los sobrevivientes y los familiares de las víctimas se sentaron en la sala principal del tribunal, frente a los 11 acusados presentes. Los otros tres serán juzgados en ausencia.
Entre ellos se encontraban Lassana Bathily, uno de los rehenes del supermercado Hyper Cacher; y el director de Charlie Hebdo, Riss. Todos tuvieron que hacer frente a una multitud de cámaras de periodistas de todo el mundo y a un colosal aparato de seguridad.
Cientos de policías fueron desplegados fuera y dentro de la corte, que estaba totalmente acordonada.
Al inicio de la audiencia, Isabelle Coutant-Peyre, la abogada de uno de los principales acusados, criticó la celebración del juicio y denunció el trato "injusto" que según ella recibía su cliente, acusado de "complicidad" en los ataques.
"Simpatizo con el sufrimiento de todas las víctimas, irreparable y definitivo", pero "podría haberse evitado si los servicios de inteligencia y vigilancia hubieran hecho su trabajo seriamente", dijo la letrada.
Sus declaraciones fueron inmediatamente consideradas "indecentes" y "odiosas" por los abogados de las partes civiles.