Venecia. La Mostra de Venecia, que se inaugura el miércoles, será el primer gran festival de cine que se celebra desde el surgimiento de la pandemia del coronavirus en el mundo, cuyo coste humano y económico sigue agravándose, pese a las restricciones en vigor.
La celebración de la 77ª edición del festival de cine más antiguo se produce en un momento en el que la pandemia resurge con fuerza en Europa, donde ya hay más de cuatro millones de personas contagiadas, y tendrá como marco un país, Italia, especialmente enlutado por la pandemia.
La carrera por el León de Oro comenzó entre grandes medidas de seguridad: mascarillas y cámaras térmicas, menos estrellas y sin público en la alfombra roja.
"Tras tantos meses de confinamiento y cierre, debemos encontrar el valor de reabrir las salas de cine, volver a producir películas, producir buenos productos para convencer al público de que es el momento de salir de casa para volver" al cine, afirmó a la AFP el director de la Mostra, Alberto Barbera.
El gran rival histórico de la Mostra, el Festival de Cannes, en Francia, no pudo celebrarse en mayo, debido a la pandemia, que ya ha provocado la muerte de 857 mil personas en el mundo desde su aparición en China a finales de diciembre.
Además, se han diagnosticado más de 25.8 millones de casos, según un recuento de la AFP a partir de fuentes oficiales. Estados Unidos (184 mil 689 muertos) y Brasil (122 mil 596) son los países del mundo con mayor número de fallecidos.