Ciudad de México. Desde hace al menos una década, investigadores y productores desarrollan modelos agrícolas sustentables con fertilizantes biológicos, con los cuales en la producción de caña de azúcar para este ciclo se espera pasar de 170 toneladas por hectárea del sistema convencional a rendimientos de entre 234 y 252 toneladas. En ellas se redujo entre 25 y 50 por ciento el uso de químicos.
En el Campo Experimental del INIFAP en Zacatepec desde febrero pasado se establecieron plantaciones de caña con tratamientos que aplican 100 por ciento de la fertilización química (tratamiento testigo), frente a otros que combinan la incorporación de biofertilizantes, composta de cachaza y reducción de fertilización química desde 25 hasta un 50 por ciento.
Especialistas de la asociación agro biotecnológica, Biofábrica Siglo XXI, enfocada en vincular la investigación científica con la producción agrícola, destacaron que con la reducción de insumos químicos y su sustitución por bionsumos es posible duplicar la vida útil del cultivo y el ingreso neto del productor, con la reducción en los costos de fertilización, el aumento de rendimientos, el incremento de la cantidad de cortes y el ahorro de realizar una nueva plantación.
En un comunicado, la asociación indicó que la tendencia global y nacional es reducir el uso de agroquímicos en el campo. Así, con representantes del gobierno del estado y de instituciones como FIRA, FOCIR e IICA, se acordó establecer un programa piloto en Morelos para la aplicación de estas innovaciones amigables con el medio ambiente.
De acuerdo con Biofábrica Siglo XXI, en Zacatepec, un productor lleva seis años utilizando biofertilizantes formulados mediante microorganismos benéficos, principalmente bacterias y hongos, así como utilizando composta de cachaza como aporte de materia orgánica al suelo y tiene una disminución de la fertilización química de un 30 por ciento. Su parcela lleva seis ciclos productivos con un rendimiento promedio de 150 toneladas por hectárea cuando, en la zona, la vida útil de una parcela es de cuatro ciclos o cortes, con rendimientos promedio de 90 toneladas.