La Arquidiócesis Primada de México agradeció el trabajo del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México y diversas autoridades capitalinas por atender y sofocar el incendio y sus rebrotes ocurridos en la parroquia de la Santa Veracruz, templo correspondiente a la IV Zona Pastoral “San Miguel Arcángel”, ubicado en la colonia Guerrero.
En un comunicado se refirió a las secretarías de Gobierno, de Cultura, de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil capitalinas, así como a la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y confió en que las autoridades correspondientes realizarán “un trabajo oportuno en cuanto a los peritajes y dictámenes para determinar las causas del incendio y las razones que derivaron en los rebrotes”.
Destacó que este templo permanece cerrado a los fieles desde hace dos años, debido a los daños estructurales provocados por el sismo de septiembre de 2017, que no han sido reparados, y en la última semana fue allanado por indigentes en varias ocasiones.
Expuso que los siniestros de este domingo ocasionaron diversos daños en la torre izquierda del campanario, la cual se encuentra apuntalada debido a la afectación que sufrió en el sismo de 2017. También hubo afectaciones en el interior, en la zona del coro, y en el órgano monumental.
La Arquidiócesis que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes indicó que las autoridades correspondientes evalúan la gravedad de las afectaciones y si hubo daño en otras áreas del inmueble, que es considerado un tesoro histórico y artístico del siglo XVI.
Recordó que derivado del primer siniestro, un bombero sufrió una contusión en un brazo al caerle una estructura metálica durante las maniobras de combate al fuego y fue atendido en el lugar por la Cruz Roja. Además, un hombre en situación de calle, que se encontraba en la cúpula, fue rescatado y retirado del lugar.
La Arquidiócesis también reconoció y agradeció la participación de la comunidad parroquial que se hizo presente en busca de colaborar en todo lo posible para proteger el templo. Y pidió a los fieles orar para que pronto esta iglesia, de un alto valor histórico y que acostumbra tener una alta asistencia de fieles, pueda abrir sus puertas.