Boston. Cerca de un millar de personas se manifestaron este domingo en Boston contra la nueva obligación impuesta a los alumnos del estado de Massachusetts de ser vacunados contra la gripe, una medida que busca limitar el impacto de una posible segunda ola de coronavirus.
Las autoridades Massachusetts, guiadas por el gobernador republicano Charlie Baker, muy crítico del mandatario Donald Trump, fueron las primeras en Estados Unidos en agregar, el 19 de agosto, la gripe a la lista de vacunas requeridas para los niños desde los seis meses.
Pero los manifestantes, que se aglomeraron de manera pacífica frente a la sede de la gobernación, en su mayoría sin máscaras, denunciaron un ataque a los derechos individuales, mientras un 70 por ciento de los distritos escolares de Massachusetts prevé reabrir al menos parcialmente los establecimientos durante el regreso a clases.
"Esto es Massachusetts, no la China comunista", "No a las inyecciones forzadas", se leía algunas de las pancartas o escritos en las calles.
Entre los manifestantes se encontraban padres con sus hijos, así como representantes de profesiones paramédicas como Carla Leclerc, una quiropráctica.
Algunos manifestantes levantaban también banderas llamando a la reelección del presidente Donald Trump y otros lucieron camisetas del movimiento de extrema derecha conspiracionista "QAnon".
El estado de Massachusetts, duramente golpeado por la pandemia del coronavirus durante la primavera boreal como otros estado del noreste del país, es ahora parte de las regiones donde está bajo control.