Niza. Golpe doble de Julian Alaphilippe: el francés, uno de los corredores más queridos por el público local, conquistó la segunda etapa del Tour de Francia, este domingo en Niza, y se volvió a enfundar un maillot amarillo que lució 14 días en la edición del año pasado.
Alaphilippe, gran animador de la edición 2019, atacó a 13 kilómetros de meta, en el col des Quatre Chemins, y se impuso en un esprint a tres al suizo Marc Hirschi y al británico Adam Yates para dar una alegría al país galo en este atípico Tour marcado por la pandemia de coronavirus.
En lágrimas luego de cruzar la línea de meta en el emblemático Paseo de los Ingleses de Niza, Alaphilippe fue el más ambicioso al final de esta primera etapa de media montaña, y dedicó su triunfo a su padre, fallecido recientemente.
El líder del equipo Deceuninck se impuso con justicia por medio metro al suizo Hirschi en un día soleado que contrastó con la lluvia presente la víspera en el estreno de la 'Grande Boucle'.
Alaphilippe, de 28 años, conquistó su quinta victoria de etapa en el Tour. Privado de victorias desde la contrarreloj de Pau en el Tour de 2019, inauguró este domingo su palmarés de 2020.
"No gané ninguna carrera desde el inicio de la temporada", reaccionó Alaphilippe en meta, que suma ya 31 triunfos a lo largo de una trayectoria profesional que tomó una nueva dimensión merced a su epopeya en el Tour del año pasado y de su victoria en la Milán-San Remo.
- Ataque en el momento preciso -
El corredor galo atacó en las inclinadas pendientes de la subida de Eze, a 13 kilómetros para meta.
Alcanzado rápidamente por Hirschi, un prometedor suizo de 22 años que debuta en el Tour y por Adam Yates, Alaphilippe lanzó el ataque final a escasos metros de meta, en el momento preciso para ganar, cuando el pelotón se acercaba peligrosamente al trío de cabeza.
"Hoy es muy importante. Es una etapa muy bonita, con un bonito final. Deseo hacerlo bien, espero que las piernas respondan", había declarado el a la postre ganador de etapa.
Alaphilippe confesó que pidió a su equipo que endureciese el final de etapa. "No quedaba mucha gente en la última ascensión", añadió.
- Percances leves de Valverde y Dumoulin -
Siete corredores (Sagan, Pöstlberger, Cosnefroy, Pérez, Asgreen, Skujins, Gogl) protagonizaron la primera escapada del día.
Benoît Cosnefroy pasó el primero por la cumbre de la primera subida notable de este Tour, la Colmiane, mientras que otro corredor galo, Anthony Pérez, hizo lo propio en el alto del Turini.
Pero la renta con el pelotón nunca llegó a ser superior a los tres minutos.
El hombre que comenzó el día de amarillo, el noruego Alexander Kristoff, quedó rezagado en el col del Turini, de primera categoría. Demasiado duro con sus 14,9 kilómetros y su 7,4% de pendiente media para el esprínter noruego de 78 kilos.
El pelotón alcanzó a los fugados a pies del col d'Eze, a 40 kilómetros para meta, antes de que el belga Dries Devenyns, sirviendo a Alaphilippe, marcase el ritmo en la subida antes de dejar la responsabilidad al Jumbo.
Pero en la segunda ascensión a Eze, el holandés del Jumbo Tom Dumoulin sufrió una caída sin consecuencias para su estado físico ni para la clasificación general.
Tampoco tuvo suerte el español, líder del Movistar, Alejandro Valverde, que sufrió un pinchazo en esa subida, pero quien tras tomar la bicicleta de su compañero Nelson Oliveira pudo enlazar sin problemas con el grupo de favoritos.
Alaphilippe vestirá de amarillo en la tercera etapa, el lunes, que llevará al pelotón desde Niza a Sisteron (198 kilómetros).