Liverpool. El Cavern Club de Liverpool, donde los Beatles hicieron su debut, reabrió, tras meses de cierre por el confinamiento, justo a tiempo para el inicio del International Beatleweek que este año se transmite en línea debido a las restricciones sanitarias.
"Es genial estar de vuelta", dijo a la AFP Peter Naylor, un gran fan de los "Fab Four", tras asistir a uno de los primeros conciertos organizados el jueves para celebrar el 50 aniversario de la legandaria banda pop.
"Un club emblemático como este, música de esta calidad. Echábamos de menos venir aquí", añadió.
Naylor era uno de los 150 afortunados admitidos en la bodega abovedada, que antes de la pandemia albergaba hasta 500 espectadores.
Descrito como "el club más conocido del mundo" y "la cuna de la música pop británica", el Cavern Club había cerrado a finales de marzo debido al confinamiento y su reapertura coincidió con el primer día de este festival anual, que se prolonga hasta el 1 de septiembre.
El grupo, uno de los más populares en la historia de la música pop, actuó aquí 274 veces entre febrero de 1961 y agosto de 1963.
Este año se cancelaron la mayoría de eventos habituales del festival, pero los conciertos se siguieron transmitiendo en vivo por internet.
"Se parece más a un cabaret que al Cavern como lo conocíamos", dice su director Bill Heckle. "Pero es genial estar de vuelta y ver las caras sonrientes y los músicos tocando esta extraordinaria música de nuevo.
Para el cantante británico Paul Jones, fue "un honor" y "un privilegio" iniciar los conciertos.
"No es realmente el ambiente animado, cálido y sudoroso, con todo el mundo bailando, al que estamos acostumbrados, pero es un gran paso en la dirección correcta", añade.
Como tantos otros lugares en todo el país, el club de Mathew Street, muy popular entre los turistas, se ha visto muy duramente afectado por la pandemia. Ha perdido 600 mil libras (800 mil dólares, 671 mil euros) en ingresos y uno de los seis miembros del personal ha tenido que ser despedido.
Los Beatles cobraban inicialmente 5 libras por concierto -actualmente poco menos de 100 libras- cifra que se elevó a 300 libras justo antes de que saltaran a la fama mundial.