San Cristóbal de Las Casas, Chis. La “quema y saqueo” de las instalaciones del Centro de Comercio Nuevo Amanecer del Arcoiris, ubicadas en el municipio autónomo Lucio Cabañas, por parte de “paramilitares” de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), “forma parte de la intensificación de la guerra de desgaste en Chiapas”, afirmaron organizaciones, redes, sindicatos, grupos, escritores, periodistas, intelectuales, académicos, actores, actrices y activistas, entre otros.
En un pronunciamiento agregaron que la nueva “agresión” se caracteriza “por el incremento de la violencia de grupos paramilitares y del crimen organizado, cómo oportunamente ha documentado el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas”, (Frayba).
“La difusión de calumnias contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) también forma parte de esa guerra contrainsurgente que se realiza en distintos frentes y formas: directa e indirecta, abierta y encubierta; mediática, política, económica y militar”, señalaron.
Manifestaron que “este escenario de guerra no es exclusivo del estado de Chiapas, como puede consultarse en la página del Congreso Nacional Indígena”, pues “son constantes las denuncias de los pueblos originarios y sus organizaciones frente a la violencia de los grupos criminales, paraestatales y estatales, violencia que contribuye a la fragmentación del tejido comunitario y al desgaste de las luchas contra el despojo y los megaproyectos en México”.
El Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y el Congreso Nacional Indígena (CNI) denunciaron el pasado lunes, que “el grupo paramilitar llamado Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), robaron y quemaron las instalaciones del Centro de Comercio Nuevo Amanecer del Arcoiris, que se ubica en el sitio conocido como crucero de Cuxuljá, municipio autónomo Lucio Cabañas, dentro del municipio oficial de Ocosingo”.
Ante estos hechos, las personas y agrupaciones que firman el pronunciamiento, difundido este jueves, hicieron un llamado “a la sociedad civil nacional e internacional a suscribir la denuncia de estos hechos, exigir el cese de las agresiones y hostilidades a las Bases de Apoyo Zapatistas, de la destrucción de los preciados bienes comunitarios, el resultado del trabajo colectivo, que, en medio de esta crisis multifactorial, adquieren un alto valor patrimonial”.
También pidieron que “se mantengan atentas ante esta nueva escalada de la violencia contra el EZLN y el CNI, organizaciones que son un referente planetario en la defensa de la Vida y por un mundo mejor”.
El pronunciamiento está firmado por más de 500 personas, entre ellas los escritores, Juan Villoro, Luis Hernández Navarro, las actrices Julieta Venegas y Ofelia Medina, el antropólogo Gilberto López y Rivas, la filósofa Fernanda Navarro, el sacerdote y defensor de derechos humanos, Miguel Concha Malo, y 150 agrupaciones.