Dicha cifra equivale a una contracción de 34 mil 14 millones de pesos por día, aproximadamente el presupuesto anual de la Secretaría de Marina. Y es que, para poner en contexto histórico
la caída del PIB durante el confinamiento del segundo trimestre de 2020 hay que retroceder 10 años
, a julio-septiembre de 2010, explicó en una publicación Julio Santaella, presidente del Inegi.
Si bien junio marca el inicio de una recuperación, según los datos del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el segundo trimestre de 2020 no escapó de ser la contracción económica más pronunciada de la que hay registro. No sólo en el PIB, también en las industrias y el sector de servicios y comercio.
El PIB se desplomó 18.7 por ciento respecto del mismo trimestre de 2019 y 17.1 por ciento frente a los primeros tres meses de 2020. Y acumuló cinco meses seguidos en contracción.
Con estos datos, las crisis de 1995 y 2009 oficialmente fueron rebasadas. En esos años, también el segundo trimestre reflejó las caídas más pronunciadas de la actividad económica, pero en 1995 el decrecimiento fue de 8.6 por ciento y en 2009 de 7.4 por ciento.
A tasa anual, el decrecimiento de las industrias fue de 25.7 por ciento, en el comercio y los servicios de 15.6 por ciento y, en menor medida, de 0.2 por ciento en los sectores primarios.
Respecto del primer trimestre de 2020, las industrias se contrajeron 23.4 por ciento; le siguen el comercio y los servicios que lo hicieron 15.1 por ciento y las actividades primarias –que agrupan la agricultura, la pesca, la ganadería– decrecieron 2 por ciento.
Sin embargo, junio marcó signos de recuperación. Con la apertura parcial de algunos negocios, el IGAE –que es un aproximado a corto plazo para el PIB– creció 8.9 por ciento respecto de mayo, mes en que todo indicador económico se desplomó.
Este incremento viene luego de 13 meses de contracción que en abril y mayo se profundizaron. En los sectores que componen el IGAE, las industrias incrementaron su actividad en 17.9 por ciento, respecto del mes inmediato anterior; el comercio y los servicios lo hicieron 6.2 por ciento; mientras las actividades primarias cayeron hasta 4.5 por ciento.
A tasa anual registró una variación a la baja de 14.5 por ciento respecto a junio de 2019. Las industrias cayeron 17.5 por ciento a tasa anual; 13.6 por ciento lo hicieron el comercio, mientras los servicios y las actividades primarias 1.5 por ciento. El indicador alcanzó un nivel similar al de octubre 2011.
Con estos datos, el Inegi exhibió que en el acumulado del año, es decir de enero a junio, el PIB lleva una contracción de 10.4 por ciento anual en cifras desestacionalizadas. En este punto las industrias acumulan un decrecimiento de 14.4 y los servicios y comercio de 8.7 por ciento. Mientras las actividades primarias crecieron 0.1 por ciento, respecto al año pasado.
En cifras originales, la contracción del PIB es de 10.1 por ciento. De los 21 sectores a los que se da seguimiento, 17 fueron golpeados por la crisis. Los más afectados fueron los servicios de esparcimiento y culturales que se contrajeron 46.7 por ciento, y el alojamiento y preparación de alimentos en 39.6 por ciento.
Mientras tanto, la agricultura, cría y explotación de animales aumentó 0.2 por ciento, minería petrolera lo hizo 2.5 por ciento, la información en medios masivos 2.1 por ciento y las actividades legislativas lo hicieron en 3.7 por ciento.