San Salvador Atenco. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) consideró que el proyecto de Parque Ecológico Lago de Texcoco (PELT), presentado por el gobierno federal, se quedó corto y no garantiza la conservación integral de la cuenca de México en términos ecológicos y bioculturales, ni tomó en cuenta las voces de las comunidades que fueron afectadas por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
El movimiento campesino solicitó una audiencia con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que se escuche su voz porque no fue tomada en cuenta y fue desechada la propuesta de las comunidades de rescate del ex Lago de Texcoco denominada Manos a la Cuenca, que se presentó a las diversas dependencias federales en las mesas de trabajo que se llevaron en el último año.
En conferencia de prensa, el FPDT y la coordinadora de pueblos #YoPrefieroElLago realizaron un llamado al gobierno federal a retomar dicha propuesta de conservación y crear un área de protección de la vida que recupere la vocación original del Lago de Texcoco.
“Solicitamos la atención directa, una audiencia al ejecutivo en donde coincidimos en muchos principios que tienen que ver con la voluntad del pueblo. Solicitamos con mucha dignidad y respeto esa audiencia, que pensamos en razón del discurso y de lo que vemos en algunas acciones en contra de la corrupción y creo que seremos escuchados porque tenemos la razón y quién avala esta petición es el pueblo”, dijo Ignacio del Valle Medina, dirigente del FPDT.
“Ningún proyecto más sin la participación de los pueblos bien informados a tiempo. Creo que coincidimos en muchos puntos (con AMLO) y uno es que se tiene que hacer la voluntad del pueblo y no en razón de un grupo o de intereses particulares”, explicó.
El FPDT y la coordinadora #YoPrefieroElLago explicó que a diferencia del proyecto del Parque Ecológico del Lago de Texcoco, su propuesta Manos a la Cuenca ofrece una respuesta integral a la necesidad urgente de proteger la región desde las formas de vida y los conocimientos de los pueblos.
Exigieron que el proceso debe comenzar con la restitución de las tierras de los ejidatarios que quedaron detrás de la barda perimetral, especialmente el Lago de Xalapango, y detener los proyectos complementarios del NAICM que todavía operan y dividen las tierras de los pueblos, como la Autopista Peñón-Texcoco.
"El problema no se reduce solamente a esas a las 12 mil 500 hectáreas de lo que queda del lago, sino que impacta en toda la Cuenca del Valle de México", expuso José Espino Espinoza, especialista de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).
El FPDT expuso que Manos a la Cuenca es una propuesta de los pueblos que se han organizado por más de 20 años. Para realizarla, los habitantes y expertos hicieron recorridos, reconocieron los problemas de tenencia de la tierra, de las minas en los cerros, el desabasto de agua. Es decir, se hizo desde el territorio y los enfoques y necesidades comunitarias.
“Mientras el PELT busca crear una zona de restauración a través de un proyecto urbano, los pueblos proponemos una concepción distinta de preservación: un Área Natural Protegida que llamamos Área de Protección de la Vida, la cual busca que el área preserve su vocación natural, así como sus características físicas, hidrológicas, arqueológicas y agrícolas”.
Expusieron que el PELT pretende construirse en fragmentos de tierras que no cuentan con certeza jurídica y sobre los que persisten conflictos agrarios a causa del NAICM, además de que no pone un alto a la construcción de la autopista Peñón Texcoco, una obra complementaria al cancelado aeropuerto que divide los ejidos a la mitad.
Además, el proyecto gubernamental da continuidad a la privatización del territorio común, mientras que los pueblos que han resistido tienen un interés general de recuperar su región y de cambiar la relación que tiene con el agua, incluso para la Ciudad de México.
“El PELT fue presentado públicamente sin ofrecer información detallada a las comunidades sobre sus características, impacto, enfoque y procesos de construcción. Informarnos, tomarnos en cuenta fue un compromiso que el gobierno fijó con nuestros pueblos en mesas de trabajo y declaraciones públicas.
“Si bien las nuevas generaciones merecen espacios de recreación dignos como el PELT, estamos más que convencidos que cualquier proyecto por muy recreativo que sea debe contener una mirada de largo plazo y contemplar con seriedad los derechos humanos, el agua, un medio ambiente limpio, la promoción de valores donde el sentido colectivo, comunitario y de solidaridad sea una guía para nuestras hijas, hijos, y sus propios hijos”, se difundió.
Bernardino Cruz, otro de los dirigentes del FPDT apuntó que el movimiento atenquense continuará con su lucha ahora porque el proyecto del parque se reoriente y sea modificado.