Ciudad de México. El 23 de junio de este año, Ford cumplió 95 años en México, fecha en la que la firma del óvalo azul llegó a transformar la movilidad como la primera empresa automotriz en establecerse en el país, convirtiéndose así en precursor de la creciente industria automotriz. ¿Sabes cómo comenzó la historia de producción de Ford en México?
Un día como hoy, pero de 1925, inició la historia y relación de Ford con México con la inauguración de la primera planta de ensamblaje de Ford en el país, encargada del montaje y acabado de automóviles en calzada de Balbuena y prolongación Candelaria en la Ciudad de México. Esta planta inició produciendo cinco Ford Modelo T al día, modelo que enseñó el arte de conducir a numerosos mexicanos y estandarizó el volante a la izquierda, diseño que fue imitado posteriormente por la totalidad de los fabricantes, con excepción de los ingleses.
La decisión de Henry Ford de abrir una pequeña planta ensambladora en la Ciudad de México, resultó fundamental. Por un lado, esa inversión significó el inicio de la industria automotriz mexicana y, por otro, fue el detonador de nuevas y mayores inversiones industriales y financieras.
Con el paso del tiempo, la producción de Ford se trasladó a las afueras de la ciudad y con ello, paulatinamente, se fue incrementando el número de unidades que se producían de las plantas mexicanas hacia el resto del mundo, desde el Modelo A, Cougar, hasta Mustang.
El número de automóviles y camiones del fabricante norteamericano que circulaban por esas fechas en el país, había desbordado la capacidad de los importadores y concesionarios para atender las necesidades de mantenimiento, refacciones y control de calidad de todos esos vehículos. Por tal razón, uno de los retos que enfrentó Ford para establecer su primera planta en México, fue la incorporación de mano de obra capacitada y la proveeduría de insumos y piezas básicas para el funcionamiento de los automóviles.
Para resolver el primero, se decidió repatriar a obreros y técnicos mexicanos que trabajaban como inmigrantes en las plantas de Detroit, mientras que para el segundo se hizo trabajo previo de desarrollo de proveedores de neumáticos y otros aditamentos.
La planta ensambladora de San Lázaro, en la que laboraron 260 trabajadores, inició con la producción de cinco vehículos Modelo T por día. Para esta época, Ford preparó para su circulación 3,200 autos y 1,943 camiones. Los simpáticos modelos T en sus múltiples variantes, como el sobrio Tudor sedán, cuyo costo era de 1,894 pesos y descapotable Touring de 1,035 pesos, formaba, junto con taxis y camiones de la misma plataforma, parte del paisaje citadino.
En la actualidad, llegando a la segunda mitad del año 2020, Ford cuenta con cuatro plantas en distintos puntos del país, con un aproximado de 10,197 empleados en México, un centro de ingeniería que cuenta con alrededor de 2,000 ingenieros que desarrollan productos y patentes para el país y para el mundo, con una clara visión hacia el futuro.
A 95 años de inaugurar la primera planta de montaje y acabado en Balbuena, Ford de México es actualmente clave para la corporación a nivel global por su papel estratégico en el desarrollo e innovación de vehículos. Es por esta razón que la planta de Ford en Cuautitlán se convertirá en la primera en producir el primer vehículo eléctrico en el país, el Mustang Mach-E.
Por su parte, la planta de Hermosillo será la encargada de la fabricar la sexta generación del Ford Bronco, tras 24 años de ausencia del mercado. Este icónico modelo, el cual además de ser producido por manos mexicanas, fue creado y liderado por ingenieros mexicanos y, se espera que esté a la venta en México a finales de año