Ciudad de México. Más allá del estigma de superficialidad del que ha estado rodeada, la moda carga un mensaje cultural, histórico y antropológico.
No sólo se trata de comprar ropa o tener la última tendencia; la moda es un fenómeno que está impactado por el momento social de un país... es lo que la gente quiere decir de sí misma.
Con estos mensajes inicia la lectura de Hecha en México, libro que hace un recuento histórico de la moda mexicana durante los 20 años más recientes, información que bibliográficamente no existía porque hay poca literatura sobre el tema en nuestro país.
Pretende, además de ser una especie de guía de consulta acerca de los personajes actuales en ese ámbito, visibilizar a aquellos que nadie quiere ver, los que están detrás de bambalinas: algunos incipientes diseñadores, fotógrafos, stylist, maquillistas, patronistas...
Los periodistas Daniel Herranz y Paola Palazón Seguel son los autores de esta obra, editada por Planeta.
Es una invitación a conocer un poco del diseño de ropa de autor que se hace en el país. Está confeccionado para que se le den distintas formas de uso y contribuir a decir que la moda es inclusiva. Es un documento accesible para todo mundo. Puedes ser el erudito de la moda o sólo un curioso que comienza a descubrir. Es también un documento de consulta
, afirmó en entrevista con La Jornada Daniel Herranz, quien también es stylist, RP, productor y director creativo.
Para Herranz y Palazón Seguel, la moda en México, a diferencia de otras disciplinas creativas, ha tenido un avance pausado. La realidad es que detrás de todo está la pasión, el entusiasmo y las ganas de proponer de un cúmulo de personas talentosas que han creado una industria
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Una historia que no se había contado
Eso es lo que se puede apreciar en el libro, una historia que no se había contado hasta ahora.
A través de ocho capítulos, hace una radiografía del camino que tuvo que recorrer la moda nacional para llegar a lo que es hoy. La edición narra el paso del tiempo mediante los diseñadores con trayectoria y las nuevas propuestas; además de la creación de pasarelas, como Días de Moda, que se transformaron hasta quedar en lo que hoy conocemos como Mercedes-Benz Fashion Week Mexico City.
Hace un recorrido con un énfasis en dar a conocer a todos los que forman parte de la industria tras bambalinas. Es una invitación también para cuestionar y proponer soluciones creativas que nos permitan avanzar como comunidad
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Como se mencionó, Hecha en México es uno de los pocos libros de moda que existen en el país, eso lo hace una obra de valor en términos de documentación. Su ligereza permite al lector adentrarse en sus páginas fácilmente, no importa si tiene una relación directa con la moda o no
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El deseo era hacer un proyecto que reconociera el trabajo de quienes nadie sabe
, comenta Herranz, quien confiesa que la idea inicial era rodar una película o montar una exposición. “Comenzamos con una investigación de base para el documental, pero en la editorial Planeta nos propusieron hacer el libro y no lo desaprovechamos. Es el tercero de moda de este tipo que se edita en México. Está el de Gustavo Prado, Mextilo, y el de Ramón Valdiosera, 3000 años de moda en México. No había más”.
Daniel Herranz cuenta: Lo acortamos a dos décadas, porque nos enfocamos en la moda contemporánea, y eso inicia, para nosotros, cuando en 1999 se inaugura la licenciatura de Creación de moda, en el Instituto de Estudios Superiores de Moda Casa de Francia
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Como montaña rusa
También es agudo sobre la situación real de la moda en nuestro país: “Tiene eso de ser como montaña rusa. En los años 80 del siglo pasado había en México una industria de maquila. Estaban otros diseñadores de prestigio como Armando Mafud, quien vendía en el Palacio de Hierro, o Mitzy, con su tienda en Zona Rosa. Pero luego, el Tratado de Libre Comercio le da en la torre a los diseñadores y queda fracturada la idea de la industria de moda en México.
“No obstante, vinieron luego Días de Moda y otros desfiles independientes, creados por entusiastas. También se montan exposiciones... comenzaron a entender que no se tenían que esperar a que alguien los viniera a ayudar. Ahora, con la pandemia, los diseñadores han cerrado tiendas, pararon sus producciones, no hay colecciones nuevas. Pero es un cambio. Empieza una nueva historia; son ciclos que cumple la moda mexicana, que hoy es más sólida y solidaria…”
La industria en México cambia telas y patrones, pero ¿qué viene?, se le pregunta al autor, quien responde: No sé y no soy el único, todos estamos al día a ver si mejora la siguiente semana. Pese a que muchos diseñadores sí tienen materias primas de México, hay otros que importan y por la situación no lo pueden hacer. Ahora es temprano para sentir qué vendrá
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Abunda: Pero en momentos de crisis es cuando más se necesita de la creatividad. Esto de lo digital fue un reto, un proceso que fuimos descubriendo en la marcha. Al mismo tiempo, fue gratificante lograr que, por ejemplo, la moda llegara a miles de personas con un video de un diseñador, con muchas vistas, las cuales nunca se hubieran logrado en un desfile convencional
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Daniel Herranz dice que “esa democracia que se sucedió en Internet es una nueva oportunidad que se tiene que aprovechar. Por eso, me encantaría ver que a partir de la publicación de éste nacieran otros libros de foto, de stylist, de maquillaje..., pero hay que recordar también, tristemente, que a veces te tienes que ir fuera de tu país para que te volteen a ver aquí. No hay que olvidar que en el mundo de la moda mexicana todavía hay gente con ego alto que no ayuda a estos propósitos de cambiar los patrones... ojalá vaya por buen término”.