Ciudad de México. Aunque es positiva la decisión de la cancillería mexicana de apoyar financieramente con 80 millones de pesos a 15 desarrollos mexicanos que actualmente trabajan en el diagnóstico, tratamiento y vacuna contra el Covid-19, esta política debe ser largo aliento y permanente, señaló Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), una de las instituciones cuyos investigadores participan en el desarrollo de una de las vacunas.
En sus primeras reacciones tras conocerse el anuncio, destacó la importancia de apostar a los proyectos de investigación desarrollados por científicos mexicanos, como un mecanismo para apoyar a la ciencia y tecnología que se genera en el país.
“Pero debemos hacer el exhorto a que no lo dejemos en este primer esfuerzo, que sigamos adelante, este es un camino largo, una carrera de resistencia; hay que ir valorando los proyectos y estos no se logran a corto plazo, necesitan sus propios tiempos de desarrollo, no los dejemos a medio camino, que los arropemos como grupo tanto la cancillería, el gobierno Mexicano y los propios investigadores del país”, dijo la rectora García Gasca, al participar en la sesión virtual que el canciller Marcelo Ebrard con científicos de diferentes instituciones, universidades y centros de investigación, donde se dio el anuncio.
Señaló que de acuerdo a lo expresado por el canciller, se lograron conjuntar varias fuentes de financiamiento, entre fondos propios de la dependencia, recursos conseguidos a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y fideicomisos de asociaciones privadas, mismos que actualmente ascienden a 80 millones de pesos, los cuales serán repartidos en breve entre los proyectos mexicanos seleccionados para acelerar su marcha.
Ya por separado, la rectora de la UAQ explicó los avances del desarrollo de la vacuna, liderada por el investigador Juan Joel Mosqueda Gualito. Dijo que actualmente se encuentra en la etapa de optimización de la producción de la vacuna y que la Universidad ya la ha producido en cantidades de laboratorio, inclusive se ha probado contra los anticuerpos del suero de personas que han sido expuestas al virus, con un resultado de reconocimiento del virus.
El siguiente paso, señaló, sería producirla a escala piloto y pasar también a la optimización de la purificación, para posteriormente poder arrancar con las pruebas de inmunidad y toxicología en animales de experimentación.
“Tenemos que ver que la vacuna, ya en vivo, sí nos genera la respuesta inmune que quiere decir, la producción de anticuerpos, que no sea tóxica y que no genere efectos secundarios adversos, eso es muy importante” explicó la rectora García Gasca, a través de un comunicado.
Además, apuntó que una vez que se terminen los estudios in vivo arrancaría el proceso de obtener los permisos de la regulación mexicana por parte de Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.