En el décimo aniversario de la masacre de San Fernando, los gobiernos de México, El Salvador y Honduras deben intensificar los esfuerzos para la investigación de los hechos, para garantizar el acceso a la verdad y la justicia.
Así lo señalaron en un mensaje conjunto las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) de México, Honduras y la regional para América Central y República Dominicana.
Subrayaron la necesidad de que las autoridades de estos países cuenten con la cooperación y participación de los familiares de las víctimas y organizaciones de la sociedad civil.
Estas tres oficinas de la ONU-DH instaron a los Estados involucrados a cooperar y redoblar esfuerzos para la búsqueda e investigación de migrantes desaparecidos en la región, pues hechos como en del 24 de agosto en San Fernando, Tamaulipas, donde fueron encontrados los cuerpos de 72 migrantes en fosas cladestinas, se repitieron en el mismo lugar en 2011 y en Cadereyta, Nuevo León, en 2012.
Recordaron que hace diez años, las autoridades mexicanas tuvieron conocimiento de la desaparición y asesinato de 72 personas migrantes en San Fernando. Entre las víctimas había 24 hondureñas, 14 salvadoreñas, 13 guatemaltecas, cinco ecuatorianas, tres brasileñas y una persona de India.
“Este caso evidenció la situación de extrema vulnerabilidad en la que se encuentra la población migrante en su tránsito por los países de la región y las graves violaciones de derechos humanos a las que con frecuencia se enfrenta”, remarcaron.
A una década de los hechos, estas oficinas de la ONU-DH reconocieron los esfuerzos de las autoridades mexicanas para avanzar en la investigación de los delitos cometidos contra migrantes y la búsqueda de migrantes desaparecidos, a través de la creación de la Comisión Forense, la Unidad de investigación de delitos para personas migrantes de la Fiscalía General de la República y el Mecanismo de Apoyo Exterior de Búsqueda e Investigación, donde se da la participación de organizaciones de la sociedad civil y familias de las víctimas.
Reconocieron además los afanes de los países de Centro América y México consistentes en los procesos de identificación y repatriación de restos de migrantes. Aunque, “se requiere ahora de esfuerzos adicionales para atender las demandas y reclamos de los comités de familiares de personas migrantes desaparecidas de la región”.
Llamaron a los estados de la región a retomar los compromisos asumidos con el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, y con base al principio de responsabilidad compartida y a su Objetivo 8, incluyendo establecer canales de coordinación transnacionales, incluso mediante la cooperación consular, para la búsqueda de migrantes desaparecidos y para facilitar la identificación de restos y la entrega digna a las familias, así como el intercambio de información.
Subrayaron la importancia de reforzar las acciones orientadas a la identificación y la repatriación de los restos de los migrantes fallecidos a sus países de origen, de forma digna, respetuosa y segura, incluso a través de la cooperación internacional.