Ciudad de México. Luego del encuentro que sostuvo la semana pasada con los gobernadores del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que llegó a un acuerdo con los Ejecutivos estatales para ayudar a las entidades, pero aclaró que “lo que no se puede” es transferir más dinero porque se tiene que atender, entre otros compromisos, el pago “de la enorme deuda que dejaron” gobiernos anteriores.
Sostuvo que si los gobernadores llegan a un acuerdo y proponen un nuevo pacto fiscal con otra fórmula de distribución de las participaciones federales, él la aceptará, pero advirtió que una nueva distribución generará que algunos estados reciban menos de lo que perciben actualmente, y no incurrirá en autoritarismo para obligar a estados a aceptar dicho escenario, por lo que deben primero que buscar un consenso.
Durante su conferencia de prensa matutina de este lunes, el presidente afirmó que “fue muy buena la reunión” que tuvo con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) el miércoles pasado en San Luis Potosí.
Al no haber posibilidad de aumentar los recursos para los estados, detalló que en la reunión les recomendó que se haga un esfuerzo para no permitir la corrupción y tener fondos, así como acabar con los privilegios con austeridad republicana. También les propuso reestructurar sus deudas ya que muchos gobernadores encontraron estado quebrados.
No obstante, recalcó que “se envía de manera puntual” las participaciones federales a todas las entidades y “no debemos nada, reciben cada mes su cheque”.
Por su parte los mandatarios le plantearon que el gobierno federal contrate deuda pública y apuntó que su administración ha tenido muchas presiones en ese sentido, ya que hubo “hasta grupos progresistas de izquierda que pedían que nos endeudáramos” porque así lo hicieron en otras países, pero insistió que su gobierno no aumentará la deuda pública.
Lo único que se incrementó de deuda, dijo, fue por la depreciación del peso y la inflación por la crisis económica, pero expuso que México ya va de salida y se registró un incremento de empleos por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Sobre la petición de un nuevo pacto fiscal hecha por distintos gobernadores, recordó que el acuerdo de coordinación fiscal y las fórmulas de distribución fueron establecidas en los años 80 para que la federación se encargue del cobro de la mayoría de los impuestos. La fórmula de reparto implicó que algunas entidades recibieran menos recursos.
En seguida, agregó: “Si los gobernadores actuales se ponen de acuerdo para revisar la fórmula y nos dicen que ahora queremos que la distribución se haga de esta manera, yo no me opongo, pero objetivamente, realistamente, los que vayan a recibir menos, no van a estar de acuerdo”.
No puedo obligar a ningún gobernador, “no es el tiempo de antes que tenían no sé qué mecanismos para convencerlos”, agregó.
Detalló que mientras hay estados en los que hasta el 95 por ciento de su presupuesto lo reciben de las participaciones federales ya que los ingresos propios son pocos, en la Ciudad de México la proporción es al revés, y la mayoría de los ingresos son por ingresos propios.
Además, indicó que cada vez que sea necesario explicará cómo se realiza la distribución de recursos “porque no quiero que le echen la culpa al gobierno federal que si no hacen obras en los estados es porque el gobierno federal no les da dinero, y no es así”.
Tras recordar que el país está en vísperas de elecciones, indicó que se han presentado casos como en Chihuahua, donde opositores a su gobierno acusan que la federación dejará sin agua a la población, cuando se trata de un convenio firmado hace casi 80 años.
Recomendó a quienes buscan un cargo que para conseguir votos “hagan bien su trabajo” y cuando vengan las campañas se pongan visiten 300 casas diarias para presentarse con la población, “pero que no mientan, que no manipulen, además eso ya no les funciona porque la gente está muy consciente”.