Nueva York. El mundo marcó un hito nefasto el sábado con 800.000 decesos y casi 23 millones de casos confirmados de coronavirus, de acuerdo con el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

Los gobiernos intentan equilibrar la salud pública con la salud económica.

Los expertos creen que las cifras reales son mucho mayores debido a las deficiencias en el testeo y la información oficial. Estados Unidos, el país más afectado, registró 5,6 millones de casos y más de 175.000 muertes, pero las autoridades sanitarias creen que la cifra real puede ser 10 veces mayor.

Por otra parte, Corea del Sur, elogiada por el éxito en su lucha contra el virus, prohibió las grandes aglomeraciones, clausuró locales nocturnos e iglesias y vedó la asistencia de público a los deportes profesionales debido a un resurgimiento de los contagios.

Alemania, que inicialmente frenó el contagio, reportó 2.000 casos el sábado, la cifra más alta en cuatro meses. Las escuelas reabrieron hace dos semanas y al menos 41 establecimientos reportaron contagios de alumnos o docentes.

En Estados Unidos comenzó la reapertura de las escuelas, pero brotes de COVID-19 han provocado cierres repentinos, cuarentenas y miedo en los padres.

India registró casi 70.000 casos nuevos de la enfermedad, que se extiende a los estados del sur después de alcanzar una meseta en la capital y Mumbai, la capital financiera. El ministerio de Salud reportó 69.878 casos nuevos, para un total de casi 3 millones.

India tiene la tercera cifra de contagios en el mundo después de Estados Unidos y Brasil. Su cifra de 55.794 decesos es la cuarta en el mundo.