El repunte mensual no logró compensar las caídas que tuvo el indicador antes y durante la contingencia sanitaria que lo llevaron a un paso de su nivel mínimo registrado en enero de 2017. Respecto de julio de 2019, la confianza del consumidor se encuentra 8.9 unidades abajo.
Menor capacidad de compra
De acuerdo con analistas financieros, hay un mayor optimismo en la economía vinculado a la apertura parcial de actividades, a mayor movilidad y a las noticias que comenzaron a surgir sobre los avances en el desarrollo de vacunas. Sin embargo, estos indicadores de confianza apuntan a pérdidas significativas en la capacidad de compra de los hogares
.
Los cinco componentes del indicador aumentaron respecto de junio, pero todos están debajo de su nivel del año pasado. La caída anual más amplia en la confianza se reporta directamente en la situación económica de las hogares.
En julio, la expectativa de los consumidores de que la situación económica del país sea mejor dentro de 12 meses respecto de la actual, aumentó 5.2 puntos frente a junio, pero aún se encuentra 5.6 unidades debajo del registro del año pasado.
Las posibilidades de comprar bienes de largo uso, como muebles o autos, aumentó 2.9 unidades en un mes, pero arrastra un deterioro que le ubica en 8.2 puntos menos que el año pasado. Lo mismo la situación económica de los miembros del hogar dentro de 12 meses, respecto de la actual, que aumentó 2.3 por ciento frente a junio y tuvo una caída de 7.7 al compararle con julio de 2019.
El comportamiento de este componente, es consistente con el observado durante los periodos de crisis, donde las personas muestran una mayor cautela en su gasto ante la incertidumbre sobre sus ingresos futuros, enfocándose en el consumo de bienes esenciales
, expuso Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco BASE.