Ciudad de México. La delegación para México y América Central del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha documentado 74 casos de violencia contra personal de salud e instalaciones sanitarias en el contexto de la atención a la pandemia de Covid-19.
Estas embestidas contra el personal que ocupa la llamada primera línea contra el coronavirus se dan sobre todo con agresiones físicas, daños a las instalaciones (clínicas, hospitales), discriminación y destrucción a los servicios de ambulancias.
La delegación regional del CICR encontró que estos actos de violencia se presentaron del 23 de marzo al 27 de julio y han dejado a 126 afectados directos: 79 enfermeras, 35 médicos, tres elementos de la Cruz Roja Mexicana, cinco hospitales y cuatro ambulancias.
Los ataques contra personal, instalaciones o equipo de salud se han presentado prácticamente todo el país. En 22 de las 32 entidades federativas se ha reportado este tipo de eventos.
Chiapas registra el mayor número de atentados de este tipo, con 10 incidentes; seguido por la Ciudad de México y Jalisco, con nueve casos cada uno en el periodo referido.
En el reporte del CICR se registraron casos en Estado de México (cinco), Oaxaca (cinco), Veracruz (cinco), Sinaloa (cuatro), Yucatán (cuatro), Querétaro (tres), Guerrero (tres), Michoacán (dos), Morelos (dos), Sonora (dos), Durango (dos), San Luis Potosí (dos), y con un caso en las siguientes entidades: Chihuahua, Tabasco, Tamaulipas, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León y Nayarit.
En el marco del lanzamiento de una campaña global que pone de relieve la vulnerabilidad de las comunidades afectadas por la guerra y la violencia ante esta pandemia lanzada por el organismo humanitario internacional recordó que en marzo, junto con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), emprendieron una campaña de sensibilización para evitar la violencia contra el personal de salud.
A nivel mundial, el CICR ha documentado, 611 casos de violencia, acoso y estigmatización en más de 40 países, que se dieron entre el 1 de febrero y el 31 de julio de 2020. Con base en eso, en el caso de México se ha dado 12.1 por ciento de estas acciones contra el personal de salud.
Del total de casos a escala global, más del 20 por ciento conllevó agresiones físicas, 15 por ciento correspondió a incidentes de discriminación debido al miedo y 15 por ciento a agresiones verbales o amenazas.
“Resulta preocupante que esta cifra sólo refleje los incidentes conocidos; es probable que la real sea mucho más elevada”, alertó el CICR.
Agregó que en los casos en que los incidentes fueron cometidos por miembros de una comunidad, el miedo a la propagación de Covid-19 desempeñó un papel importante.
Cuando los pacientes o sus familiares fueron los responsables de los actos, los motivos más sobresalientes fueron las quejas relacionadas con la muerte de un pariente o con el temor a que falleciera.
La imposibilidad de llevar a cabo rituales, como sepelios, debido a las restricciones relativas al Covid-19, también impulsó a algunos familiares a cometer acciones agresivas contra el personal de salud o los establecimientos sanitarios.
Entre los incidentes contra personas, 67 por ciento tuvo como objetivo el personal de asistencia de salud, 22.5 por ciento heridos y enfermos (incluidos pacientes de casos sospechosos de Covid-19) y 5 por ciento desplazados internos o refugiados.
La campaña lanzada por el CICR en cuatro grandes capitales del mundo abarca diferentes problemáticas ligadas a la pandemia y se instalarán entre agosto y septiembre en Ciudad de México, México; París, Francia; Johannesburgo, Sudáfrica; y Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
En el caso de nuestro país, se titula En una palabra para los trabajadores de la salud en México, y estará exhibida en la calle Liverpool 108, colonia Juárez.
“En una palabra” (In a word) consiste en una serie de instalaciones de arte callejero de gran formato del CICR y del artista francés Combo, así como de retratos fotográficos y testimonios creados en colaboración con la agencia Dysturb.
Las exhibiciones que reúnen historias compartidas por personas que han respondido a la pandemia en países afectados por guerras y por violencia. Se trata de instalaciones que contienen historias compartidas sobre las nuevas realidades creadas por la pandemia como la restricción de movimiento, trabajos y educación remotos y, sobre todo, la amenaza constante para la vida de las personas. En el caso de México, la campaña se realiza de manera conjunta con la Cruz Roja Mexicana.
“Todos estamos en la primera línea de esta crisis. De todo el mundo escuchamos historias similares sobre la pandemia. La angustia e incluso la esperanza es universal. Sin embargo, no todos nos enfrentamos a esto por igual, ya que la rápida propagación del Covid-19 ha planteado otro desafío mortal para los países que ya se enfrentan a conflictos armados y violencia. A medida que actuamos para proteger a nuestras comunidades en casa, es fundamental que también brindemos nuestro apoyo a las personas que luchan contra las dificultades en lugares donde los sistemas corren el riesgo de desmoronarse”, dijo Jordi Raich, jefe de la delegación regional del CICR para México y América Central.
El organismo internacional detalló que el seguimiento de agresiones a personal de salud en México por Covid-19 forma parte de su trabajo de ayuda humanitaria, el cual realiza alrededor del mundo, “procurando la protección y respeto al personal e instalaciones de salud”. El objetivo es fortalecer el acceso de la población a servicios médicos y reforzar el mensaje de que médicos y enfermeras no son un blanco.
Para México el seguimiento consiste en identificar casos de agresiones a personal e instalaciones de salud relacionados con Covid-19. El seguimiento consta de dos formas de trabajo: un monitoreo diario de medios de comunicación (impresos y digitales) para recabar información y así un registro de testimonios y eventos presentados in situ, los cuales son reportados por el personal del CICIR que labora en terreno de las cuatro zonas del país.