La familia de Diana Velázquez Florencio, quien fue asesinada en 2017 en Chimalhuacán, estado de México, decidió retirarse del plantón que instalaron familiares de víctimas de feminicidio hace más de un mes frente a Palacio Nacional, era la única que recientemente se encontraba ahí.
No obstante, activistas que acompañan a las familias, entre ellas Mar Cruz, anunciaron que permanecerán en el plantón. Recordaron que una de las principales demandas de este movimiento es concretar una audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, y destacaron que tras la reunión que sostuvieron con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el pasado 27 julio, todavía no les ha sido entregada la minuta con los acuerdos alcanzados.
Por su parte, los familiares de Diana señalaron: “Esperamos con ansia que fuéramos atendidas por el gobierno federal (pero) nunca sucedió”. Indicaron que con los acontecimientos de los últimos días “vemos que nos estamos poniendo en riesgo. La lucha es digna pero tenemos que actuar con prudencia”.
El martes pasado, se dio a conocer que la activista Malú García Andrade, quien también forma parte del plantón, se encuentra hospitalizada por Covid-19, en la unidad de Especialidades Dr. Belisario Domínguez. El clima también ha afectado a las manifestates pues por la lluvia se dañó una de sus tiendas de campaña, además de que han sufrido intimidación.
“Una madre se puede desgastar día a día sin que el gobierno le interese. Hoy damos por concluida una acción para poder seguir avanzando en lo que nos trajo aquí que es la justicia y verdad por nuestras hijas asesinadas por razones de género”, señaló la familia de Diana.