Nueva York. El gran triunfador, la gran derrotada y la esperanza inmediata del Partido Demócrata fueron las figuras estelares de la tercera y penúltima noche de la Convención Nacional Demócrata, quienes convocaron al país a rescatar la democracia estadunidense, amenazada por Donald Trump, votando por su candidato Joe Biden.
Barack Obama, Hillary Clinton y Kamala Harris encabezaron el show virtual, en el cual también participaron líderes nacionales entremezclados con ciudadanos comunes y migrantes, en una noche dedicada al tema: Una unión más perfecta
.
A lo largo de la noche se escuchó un mosaico de voces. Un segmento incluyó la de los migrantes, como la familia Sánchez en Carolina del Norte, que contó su historia en inglés y en español –todos necesitamos esperanza
– y Estela Juárez, de 11 años, quien leyó la carta que le escribió a Trump después de que separó a su familia al deportar a su madre a México.
También se expresaron las voces e imágenes de las luchas de activistas del movimiento para frenar la violencia de las armas y la lucha contra el cambio climático, y por otro lado se resaltó el liderazgo de las mujeres en el cambio político de Estados Unidos.
Obama, presidente de dos turnos, retornó al escenario político nacional por primera vez con la tarea no sólo de recordar su histórica elección y relección como primer presidente afroestadunidense –al-gunos optimistas proclamaron eso como el inicio de la superación del racismo, pero concluyó con la elección de un presidente racista y xenófobo–, sino también para el rescate de su legado que de manera sistemática es, y con gran gusto, desmantelado por su sucesor.
El ex presidente y superestrella de la cúpula demócrata, entre los oradores más talentosos de la clase política estadunidense, envió su mensaje grabado frente al Museo de la Revolución Estadunidense, en Filadelfia, para subrayar que la democracia del país, fundada en esa ciudad, está bajo amenaza, y de ahí la urgencia de llevar al triunfo a su ex vicepresidente Joe Biden.
Denunció, en lo que tal vez ha sido su ataque verbal más severo desde que salió de la Casa Blanca, que a Donald Trump no le ha interesado nada más que utilizar el poder para ayudarse a sí mismo y a sus amigos
; no ha mostrado interés más que “en usar la presidencia como otro reality show con la única finalidad de obtener la atención que anhela”.
Las consecuencias del fracaso de Trump como presidente, acusó, son severas: 170 mil estadunidenses muertos (por Covid-19), millones de empleos perdidos, nuestros peores impulsos desencadenados, nuestra orgullosa reputación ante el mundo dañada, y nuestras instituciones democráticas amenazadas como nunca antes
.
Elogió a su ex vicepresidente como un hermano
que me hizo un mejor presidente
y proclamó que él tiene el carácter y la experiencia para hacer de éste un mejor país
. Concluyó: “esta noche les pido que crean en la capacidad de Joe y Kamala para liderar este país fuera de los tiempos oscuros y reconstruirlo mejor… para asegurar que las bases de nuestra democracia persistan. Porque eso es lo que está en juego ahora mismo: nuestra democracia”.
Poco antes, Hillary Clinton, la figura al centro de, tal vez, la peor derrota política en la historia moderna de este país, tuvo su turno ante la audiencia virtual (aunque notablemente no en la segunda hora, que es la estelar) durante la cual comentó que muchos le han dicho que ojalá se hubiera podido revertir la última elección, y aseguró que Biden sabe cómo sanar, unir y liderar
, exhortó a las bases de su partido a que en esta elección, voten como si nuestras vidas y sustento estuvieran en juego, porque lo están
.
La noche culminó con la candidata demócrata a la vicepresidencia, la senadora Kamala Harris. Fue presentada, por ella misma y sus colegas, como representante tanto de los valores liberales tradicionales como del futuro diverso de su partido y del país. Líderes afroestadunidenses destacaron que es la primera mujer de color en una plantilla presidencial de uno de los dos partidos principales, y si triunfa será la primera mujer y primera persona no blanca en ocupar la vicepresidencia.
Harris, hija de inmigrantes –su padre, jamaiquino; su madre, de India– declaró que comparte con generaciones de estadunidenses, así como de migrantes ,una visión de nuestra nación como una comunidad querida, en la cual todos son bienvenidos, sin importar cómo nos veamos, de dónde venimos o a quién amamos. Un país en el que tal vez no estamos de acuerdo en cada detalle, pero estamos unidos por la creencia fundamental de que todo ser humano tiene un valor infinito, es merecedor de compasión, dignidad y respeto. Hoy, ese país se siente distante. El fracaso del liderazgo de Donald Trump ha costado vidas y sustento.
Agregó: estamos en un punto de inflexión
donde para superar el caos
y la incompetencia
del gobierno actual se requiere elegir a Joe Biden como un presidente que “nos una a todos –negros, blancos, latinos, asiáticos, indígenas– para lograr el futuro que colectivamente queremos”.
No se mencionó que ella y su esposo, abogado de la industria de Hollywood, son millonarios, ni que durante su tiempo como fiscal general de California y antes de San Francisco fue criticada por su tibia interlocución en las luchas para reformar un sistema de justicia racista. Sin embargo, recientemente ha mostrado solidaridad con el movimiento Black Lives Matter.
Entre las otras estrellas políticas de anoche, la demócrata más poderosa de Washington y la primera mujer en presidir la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, así como la senadora y ex candidata presidencial progresista Elizabeth Warren, tuvieron su turno.
Y como en cada una de las noches, presentes las estrellas del mundo de la cultura/espectáculo. Anoche tocó el papel de conductora a la actriz Kerry Washington. Los intermedios musicales estuvieron en manos de Billie Eilish, Prince Royce y Jennifer Hudson.
Mientras, en Washington, la vocera de la Casa Blanca Kayleigh McEnany respondió así a una pregunta sobre si Trump no aceptaría los resultados de la elección, si pierde: el presidente siempre ha dicho que verá qué ocurre y tomará una determinación posterior
.
La campaña de Trump emitió ayer un nuevo espot acusando que Biden es un caballo de Troya para el socialismo
en Estados Unidos.
Las elecciones presidenciales y legislativas 2020 en Estados Unidos podrían exceder el récord de seis mil 290 millones de dólares gastados en la carrera 2012. Las campañas recaudaron más de cuatro mil 770 millones de dólares hasta ahora –a meses de la votación. Vía Graphic News