Ciudad de México. Será necesario implementar una reforma fiscal tras la pandemia de Covid-19, pues la utilización de fondos gubernamentales para aminorar la caída de los ingresos públicos causará presiones futuras sobre las finanzas públicas, aseguró este jueves BBVA Research, área de investigación de BBVA.
En un análisis la institución indicó que la administración actualmente enfrenta un panorama “muy complicado” en materia de finanzas públicas para 2020 y 2021, pues se espera que ante la contracción económica derivada del coronavirus se traducirá en una pérdida de ingresos tributarios de entre 297 mil 836 a 420 mil 855 millones de pesos.
Para amortiguar dichas pérdidas, la administración ha planteado el uso de diversos mecanismos como el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) y el Fondo de Entidades Federativas (FEEIEF), pero su uso para hacer transferencias deteriorará “drásticamente” sus saldos.
Para BBVA México esto se traducirá en una mayor vulnerabilidad de las finanzas públicas ante choques externos o internos que afecten la evolución de los ingresos públicos en 2021. Si bien, precisó, es previsible que en el siguiente año se siga observando una debilidad en la recaudación tributaria, es factible que se cuente con recursos del remanente operativo del Banco de México significativamente mayores al promedio histórico.
“Esta situación de mayor fragilidad de las cuentas públicas hace aún más imperativa la necesidad de contar con una reforma fiscal que coadyuve a mitigar el riesgo de más degradaciones en la calificación crediticia soberana. Los retos presupuestarios actuales que están afectando a las entidades federativas podrían verse como una oportunidad para incrementar su propia recaudación mediante mecanismos que hagan más eficiente el cobro de la tenencia vehicular, el impuesto del predial y el impuesto de nómina”, detalló BBVA.
El estudio refirió que, hacia adelante, es necesario replantear el funcionamiento de estos fondos de emergencia, puesto que han acumulado recursos en años en los que el gobierno federal ha incurrido en déficits públicos, es decir, el gobierno se ha endeudado para ahorrar, lo cual “solamente haría sentido financiero si se tuviera la certeza de que los rendimientos de las inversiones de esos fondos fueran mayores al costo de emisión de la deuda”.
“Si esto no fuera el caso, se debería hacer un replanteamiento del funcionamiento de estos fondos. Hasta la fecha, los fondos de emergencia han servido para compensar menores ingresos a los estimados. Consideramos que el gobierno debería rediseñarlos para conferirles fines contracíclicos y que solamente pudieran ser utilizados durante periodos de contracción económica”, agregó BBVA.
Recordó que para este 2020 el banco estima que la actividad económica tendrá una contracción de entre 9 y 12 por ciento, como consecuencia de la pandemia de Covid-19 a nivel mundial. Para 2021, BBVA anticipa una recuperación de 3.7 por ciento.