El Museo de Arte Moderno (MAM) reabrió sus puertas al público el pasado miércoles 19, después de permanecer cerrado cinco meses debido a la pandemia por el Covid-19, con nuevos protocolos, recorridos con aforos máximos y proyectos de nuevas exposiciones.
Actualmente, el recinto recibe seis grupos de visitantes al día, con una capacidad máxima de 28 personas cada hora –168 diarios-- , previa cita agendada a [email protected] . El MAM abre de 11 a 17 horas, de martes a domingo, y la visita es de 45 minutos. Al término de cada una, se realiza una limpieza general que consiste en desinfectar las áreas comunes, de modo que cada nuevo grupo ingresa a un espacio saneado, expresa a La Jornada Natalia Pollak, directora del MAM.
En el acceso al museo hay un filtro sanitario, donde se le toma la temperatura al visitante, luego pasa por un tapete desinfectante y se le proporciona gel antibacterial. El cubrebocas es indispensable y no hay servicio de paquetería, así que se recomienda no acudir con objetos voluminosos.
“Hay un protocolo general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Después, cada museo planteó los recorridos de acuerdo con sus capacidades y basado en el aforo permitido del 30 por ciento. Constantemente, subimos información al respecto en las cuentas del museo en Facebook, Instagram y Twitter”, señaló Pollak.
El recorrido de 45 minutos comprende una visita a Manifiestos del arte mexicano (1921-1958), exposición abierta el 14 de marzo, una semana antes del cierre del museo. La permanencia del visitante en el jardín escultórico es libre.
Si alguien llega al museo sin una cita agendada y hay lugar todavía en el grupo entrante, se integra sin ningún problema. De lo contrario, puede esperar hasta la siguiente visita si aun hay cupo. A la entrada del recinto se ha instalado un código qr para bajar información y textos de sala.
La próxima exposición que será inaugurada –en septiembre pero aun sin fecha-- en el MAM es Juan Soriano, un océano de poesía, dentro del homenaje nacional por el centenario natal del pintor y escultor jaliciense. Esta muestra pequeña, pensada para el Gabinete a la entrada del recinto, exhibirá el cuadro El pez luminoso (1956). En este espacio dedicado a realizar lecturas sobre obras del acervo del museo, la idea es incorporar “elementos poéticos, referencias de colores y texturas para tener una experiencia sensorial con la obra”, explica la entrevistada. Se hizo también una sonorización de la obra. De Soriano el MAM tiene otras obras como la escultura monumental en bronce Pájaro de dos caras (1999-2000).
Las tres salas restantes del museo se irán abriendo en cuanto sea permitido. Pollak adelanta que para fin de año se prepara una exposición de escultura monumental, cuyo curador invitado será Pedro Reyes. Actualmente, están en el proceso de desmontar dos muestras anteriores para abrir las salas con exhibiciones con obras de la colección.
Para la historiadora del arte “en esta compleja situación que todos vivimos, sin duda los museos son espacios de acompañamiento y de reflexión a través del arte. Son espacios que te dan un cierto remanso”. Ejemplificó con el jardín de 15 mil metros cuadrados que contiene 73 esculturas, entre ellas, de Manuel Felguérez, Mathías Goeritz y Ángela Gurría. Es un conjunto de esculturas que muestra “el devenir tridimensional del arte moderno en México, ya que abarca desde la escuela mexicana, la Ruptura y obras contemporáneas”, puntualizó Pollak.
Durante el cierre el museo estuvo muy activo en redes con cursos, talleres y conversatorios para todas las edades. Hubo 150 mil interacciones con el público virtual, así que seguirá su actividad en Internet.