Ciudad de México. La primera semana de septiembre los bancos comenzarán con el programa de reestructuras de créditos para que los deudores que hayan entrado al programa de aplazamiento de mensualidades tengan la capacidad de liquidar sus saldos sin que su ingreso se vea afectado, aseguró la Asociación de Bancos de México (ABM).
Luis Niño de Rivera, presidente de la ABM, mencionó que en esta ocasión la banca será flexible para que los clientes que requieran una restructura de sus pasivos y que se han visto afectados por la pandemia de Covid-19 tengan la capacidad de recuperar su fuente de ingreso. Lo importante, precisó, es que los clientes se acerquen al banco para hacer programas específicos. Actualmente ya se tienen pláticas con los reguladores.
“Estamos trabajando en esto y esperemos que para la primera semana de septiembre tengamos ya el planteamiento. Sí es importante que las personas sepan que acercarse a su banco es lo más valioso que pueden hacer para poder resolver cualquier situación que tengan, el caso específico que planteas se tiene que ver persona por persona porque no es el mismo efecto que está teniendo la economía ni en todas las regiones ni en todos los segmentos”, dijo.
En videoconferencia, el titular de la ABM puntualizó que la gran mayoría de los créditos que entraron al programa para aplazar créditos sin el cobro temporal de intereses extraordinarios comenzarán a tener sus primeras obligaciones de pago desde el próximo mes.
A este programa de aplazamiento de mensualidades, refirió, con corte a junio se tiene registro de 9 millones 200 mil personas que se sumaron, de los cuales 3 millones 300 mil son personas físicas con actividad empresarial y micro, pequeñas y medianas empresas; 3 millones 400 mil son tarjetas de crédito; 2 millones de 200 mil consumos no revolventes; 325 mil hipotecas y 39 mil financiamientos a grandes empresas.
El monto equivalente de los créditos inscritos es de un billón 6 mil millones de pesos, lo que quiere decir que uno de cada cuatro créditos de la banca entraron y se dejaron de cobrar un total de 66 mil 300 millones de pesos por el concepto de los intereses que fueron diferidos.
Por el momento, apuntó Niño de Rivera, no se sabe a ciencia cierta la cantidad de dinero que será recuperada, pues eso “dependerá de cuál es la actividad económica de cada uno de las 9.2 millones de créditos que están metidos, que empezarán a vencer de manera relevante de septiembre en adelante. Ahí tendremos un acercamiento directo con cada uno de los acreditados y tendremos la flexibilidad y la facilidad de restructurar”.
Puntualizó que hay tres tipos de acreditados en la banca: las personas físicas que reciben un ingreso de un tercero, las personas que generan su propio ingreso que son en su mayoría MiPyMes y los clientes empresariales que tienen una actividad y que se le hacen préstamos directamente a esa persona moral.
“Ahí es donde vamos a estar trabajando intensamente a partir del mes de septiembre para determinar exactamente la perspectiva de qué va a pasar”, mencionó.
Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente de la ABM y director general de BBVA, comentó que una buena señal es que en este mes de agosto ya hay clientes que han comenzado a hacer pagos atrasados.
Julio Carranza, vicepresidente de la ABM y director general de BanCoppel, refirió que aproximadamente la mitad de los clientes de este banco que entraron al programa de aplazamiento ya han ejecutado un pago relacionado. “Lo importante es que si la gente está en la disposición de pagar le vamos a hacer una reestructura adecuada”.